jueves, 21 de febrero de 2013

Capítulo 57.


[Ibrahim]
Estábamos esperando a que nos llamaran, me tenía la mano agarrada con fuerza.
Intenté que se arreglara lo mejor posible, su imagen estaba un poco “demacrada” ya que perdió peso y el brillo de piel habitual que lucía.
Irene: ¿Para que venimos?
Ibi: Nada, para ver como estas.
Irene: Muy bien no, tampoco hay que sacarse una carrera para deducir eso.
Ibi: Eso si es cierto…
Sin poder terminar mi frase un chico joven nos llamó para entrar a la consulta.
Nos sentamos en las sillas que había.
Doctor: Buenas tardes, Cuéntenme
Ibi: Bien, pues hemos tenido una niña hace poco y desde entonces, esta triste, muy irritable, distante con la niña, miedo a ella incluso.
Doctor: ¿Has perdido peso verdad?
Irene: Sí, al menos 10 kilos..
Ibi: Hemos tenido muchas peleas porque no quiere a la niña… y somos primerizos no sabemos cómo va todo esto.
Doctor: Tiene depresión post-parto.
Ibi: ¿Y qué hay que administrarle?
Doctor: Pues unas pastillas que te voy a recetar ahora, pero tranquilo en un plazo de dos semanas si se toma las pastillas, todo volverá a ser como antes y podréis disfrutar de vuestra hija.
Irene: Siento cosas distintas al día del parto…
Doctor: Es normal, pero tranquilícese, los niños se caen, se hace chichones, se ponen malos, no tienen por qué tenerla tan cuidada, no os pongáis limites tan altos…
Ibi: Está bien…
Tardó otro rato más en explicarnos lo correspondiente a la medicación.
Cuando salimos Vero empezó a llamarme.
Ibi: Dimeeeeeee
Vero: ¿Qué le han dicho?
Ibi: Que está embarazada –Me empecé a reir.
Vero: ¿Qué? Pero..pero..
Irene: ¿No tenía depresión? –Me dijo bajito…
Ibi: Es que quiero al niño, alguien tiene que heredar mi habilidad futbolística..
Vero: Te mato, deja ya de embarazar a mi hermana, ¿Sabes?
Ibi: Es mi novia…
Vero: Y mi hermana, ¿Qué quieres un equipo de futbol para ti?
Ibi: JAJAJAJAJAJAJAJAJAJJA Que es broma, ¿Cómo la voy dejar embarazada?
Vero: No lo se, conociéndote…
Ibi: Vamos a dejarlo anda, voy a ir a comer con ella, la niña está en casa de María, por si te quieres pasar.
Vero: Que susto me has dado, madre mía, vale ahora me paso que le he comprado ropita…
Ibi: ¿Rosa?
Vero: Y verde clarito más bonita.
Ibi: A las cinco te llegas a casa, ¿Vale?
Vero: Vale, venga dale un beso a mi hermana de mi parte. Hasta luego.
Irene: Tengo ganas de Paella…
Ibi: Me gusta, y jamón, ¿Vamos a comer?
Irene: Bueno, venga.
Fuimos hasta un restaurante en primera línea de playa, allí nos sentamos a pedir.
Ibi: Irene…
Irene: Dime –Estaba aún mirando al mar…
Ibi: Después de tanto tiempo, y de tantas cosas, creo que es hora de que te pregunte algo…
Irene: Claro, dime.
Giró la cara y me miró, con esos ojos que… que me recordaban a ese día en los columpios.
Ibi: ¿Te quieres casar conmigo?
Irene: En Octubre del 98 creo, estábamos en el parque, tú estabas ahí saltando para atrás, y yo te decía que no, que no lo hicieras más que te ibas a caer y te ibas hacer daño.
Ibi: Sí…
Irene: Bueno pues al final te caíste y perdiste el conocimiento, había deseado tanto que me hicieras caso, que te fijaras en mí, pero no lo hacías seguías a lo tuyo, la perseverancia que tenía, la ilusión de que algún día me dijeras que me querías…
Vi como unas lágrimas empezaron a salir por sus ojos, oh no…
Siguió hablando y llorando…
Irene: ¿Sabes cuantas veces he soñado con esto Ibi? Yo te quiero mucho, así que sí, quiero casarme contigo.
No podía moverme de mi silla, estaba pegado a ella, ni un solo musculo de mi cara se movía, tan solo pensaba en todo, y en daño que le he hecho.
Ella se levantó y se sentó justo a mi lado.
Irene: No sabes ni si quiera las ganas que tengo que eso pase, te quiero, y mucho…
Me abrazó, y por fin pude complacerla con mi tacto.
Ibi: Yo lo siento por todo, pero no pienses más en eso por favor, ahora en nosotros y en la niña ¿Vale? Leila quiere a su madre buena…
Irene: La tendrá.
Se acercó a mi labios, me besó después de no sé cuántos días, no recordaba lo feliz que me hacía ese simple gesto. El gesto de saber que por fin ha vuelto, y que ahora podrá ser más mía que antes.