lunes, 12 de noviembre de 2012

Segunda temporada, capitulo 53.


[15 de febrero, 04:53 AM]

Irene: Ibi, he roto aguas.
Esas palabras hicieron que Ibi se levantará de la cama de un brinco.
Irene se fue a vestirse, mientras que Ibi llamaba a Vero y María para darle la noticia.
En cuestión de 10 minutos Irene e Ibi llegaban a la clínica privada, que acordaron ya hace meses.
Irene no sabía que hacer estaba nerviosa, cada vez sentía más a Leila.
Sobre las 05:24 llegaron a la clínica, allí la llevaron para la sala de partos.
Poco tardaron en llegar María, Pedro y Vero.

-Ibrahim-

Doctor: Tranquilos, el parto puede tardar entre 8-12 horas depende de cada chica…
Ibi: Hostia cuanto tiempo….
Doctor: Acompáñeme a la sala de partos, tengo que hablar con su mujer.
Le seguí por el largo pasillo, y llegamos a una calida habitación.
Irene: Llama a tu madre y a la mía y dile que se venga para acá que llevo con contracciones más de una hora.
Yo agarré el móvil y llame rápidamente.
Empezó a gritar de la alegría cuando le conté todo, apenas tardo un minuto en colgarme y llamar a Samir.
La madre Irene, llamo a su hijo, para ir averiguando el avión que más pronto salga.
Bff vaya se iba a montar.
Lo mejor de todo es que por fin está aquí mi niña, que ganas de poder cogerla en brazos.
Pedro me dio una colleja.
Pedro: Que ganas de ver a la niña eh.
Ibi: Pues si, para que te voy a engañar, llevaba esperando esto desde pequeño.
Pedro: Ya mismo la verás tranquilo.
Sentí un grito de Irene, y se me puso la piel de gallina.
Entre para la habitación.
Llevaba ya un par de horas con las contracciones, cada vez se iba acercando más el momento, Leila quería salir ya.
Irene: Que dolor, yo me muero aquí.
Vero entro también escandalizada.
Vero: Irene, cariño, no chilles tanto que parecen que te están matando.
Irene: Poco me falta, y tu déjame a mí, coño.
Ibi: Irene, esa palabra.
Irene: Cállate tu también, cojones.
Ibi: Huy por dios, la poseído el demonio.
El medico se rió.
Doctor: Tranquilo es normal, si te pega no te asustes.
Ibi: ¿No le dará vueltas la cabeza no? Es para no asustarme.
Doctor: Hasta ahora no he visto a ninguna chica hacer eso…
Ibi: Bf pues de Irene, no es coña.
Me reí y junto a mi el medico, que hombre más agradable.
Me senté en el sofá de al lado, y me que durmiendo un ratito, los ojos se me cerraban solos.
Sentí como que me daban pequeños estirones de pelos, abri los ojos y vi a Samir.
Al principio creía que era un sueño, pero cuando vi a mi madre sonriéndome supe que por fin había llegado. Los abrace a todos, la familia de Irene también estaba ahí.
Irene: Llevas dormido 3 horas cariño… -Dijo sin chillar ni nada.
Ibi: ¿No habrás tenido ya a la niña no? –Dije angustiado.
Irene: Te hubieras enterado si eso hubiera pasado.
De pronto otro gran chillido atravesó los oídos de todos los presentes.
El doctor apareció y saco a todos de allí.
Comprobó lo dilatado que estaba ya, y sonrió.
Doctor: Irene, Leila tiene ganas de ver a sus padres, es hora.
Irene: Mi niña, lo que me va a costar tenerla por dios.
Ibi: Con lo fácil que fue hacerla, madre mía.
Irene me miro mal.
Ibi: Lo siento no sé que decir estoy nervioso.
Sacaron la cama de la habitación, Irene le agarró la mano a su madre.
Llevábamos ya acerca de 6 horas en la clínica.
Entramos a la sala de partos, allí una mujer de mediana edad estaba preparada con unos guantes y me sonrió, y me dio una bata, gorro y mascarilla.
Me los puse y empezó todo.
Los minutos pasaban y el sufrimiento de Irene iba en aumento, le agarré de la mano,creo que me falto poco para que me doblara un dedo.
No quiero ni imaginarme el dolor.
Cerré los ojos intentando extraerme de todo aquello por un segundos y escuche unos pequeños gritos.
Mi niña, ya estaba ahí, abrí los ojos, y sentí como la mano de Irene se cayo encima de la camilla, su respiración se fue normalizando.
Me agaché para poder abrazarla y darle un beso.
Ibi: Se parece a mi, es guapísima.
Irene: Normal…-Dijo como casi durmiéndose…
Enfermera: Le he dado un poco de sedante…
La niña chillaba y la comadrona me la trajo a mi lado.
Comadrona: Me la llevo a bañarla en una hora o así, cuando Irene se levante os la llevo y que le de comer.
Salí de allí, y me fui para la sala de espera, les dije que por fin ya habái tenido la niña que era muy guapa, y pequeña.
Habiba: Felicidades, tu hermano no ha podido venir, pero ya os visitara.
Fatima: ¿Cómo esta Irene?
María: Eso mismo iba a preguntar.
Ibi: Durmiendo, dicen que ha sufrido un poco, pero que cuando se levante le dolerá menos.
Samir: Como alla salido cabezona como tu, pobretica.
No sabía que hacer quería ver a la niña, y a mi Irene, pero no podía.
Halima: Venga Ibi, vamos a comer algo que llevas sin cenar desde anoche.
Ibi: No tengo ganas…
Halima: Te obligo, venga.
Ibi: Vale.
Pedro: Os acompaño yo que estoy que me como a un pollo entero.
María: Tu para variar.
Pedro: ¿Te vienes y desayunas?
María: Si, me apunto.
Nos marchamos para la cafetería y allí desayunamos tranquilos.

domingo, 11 de noviembre de 2012

Segunda temporada, capitulo 52.



María: No se cuando voy a venir, ya te llamo cariño.
Se acercó a Pedro y le dio un beso.
Pedro: Venga suerte.
María: Gracias cariño.
Después de despedirse de su novio, María se marchó para el bar donde había quedado con Álvaro.
Exactamente llevaba ya al menos más de un mes viéndose con Álvaro, “para trabajo”.
A la pregunta del millón que todos tenemos en mente…

[Flashback]

Álvaro: Bueno, ¿Y el chico que tiene tanta suerte de tenerte quien es?
María: Em, pues, un amor de la infancia…
Álvaro: Ah pues que suerte.
María: Si bueno…
Álvaro: ¿Y cuanto lleváis?
María: Pues mmm, lo cierto es que llevamos un par de meses.
Álvaro: ¿Y desde la infancia que?
María: Nada, porque a veces nos enfadamos.
Álvaro: Vaya, eso suele pasar mucho.
María: Y tanto…

[Fin flashback]

-María-

Me acerqué a la mesa donde estaba él, me sonrió, este chico tenía una sonrisa realmente encantadora.
Álvaro: ¡Hola! ¿Qué tal estas? –Dijo dándome dos besos.
María: Pues muy bien, ¿Y tu? –Me senté en frente de él.
Álvaro: Muy bien, esperando a que me digas si has sacado alguna conclusión sobre lo que hablamos hace dos días.
María: Bueno pues haber tener tengo una idea pero no entra dentro de la absoluta legalidad.
Álvaro: Haber cuéntame, tampoco no perdemos nada.
María: Pues mira, la chica lo que quiere es hablar contigo y así, porque no coges y respondes a los mails y empiezas a hablar con ella, y asi se haces su amigo y cuando sepas quién ese, hablas con ella y llegais a un acuerdo.
Álvaro: Hay pues si, es buena idea.
María: Ya, pero todo esto del abogado no te va a servir para nada.
Álvaro: ¿Cómo que para nada?
María: Haber al final yo no te he servido de mucho.
Álvaro: Me parece poco dinero, para lo grandísima persona que eres, ya por eso me merece la pena.
María: Oh muchas gracias.
Álvaro: No tienes por qué darlas, sabes que lo hago encantado y si además se soluciona mi problema perfecto.
María: Ah bueno el único inconveniente que le veo a todo esto.
Álvaro: Dime.
María: Pues que si la chica ha sido tan espabilada de dar con tu número y todo lo demás, ¿Quién nos asegura que no dará a la prensa las conversaciones? Sería un buen pastizal.
Álvaro: Es cierto…
María: Ves tan buena idea al fin y al cabo no ha sido.
Álvaro: Bueno y mediante la legalidad y que no tenga tantas cosas en contra.
María: Pues lo que te dije el otro día.
Álvaro: Yo a esto no le veo solución
María: Es que es un asunto muy feo…
Álvaro: Ya, bueno…
María: Bf es tardísimo, me tengo que ir…
Álvaro: ¿Ya?
María: Si, estudiaré un poco mejor las posibilidades y ya te llamaré.
Álvaro: Vale pues hasta otro día.
Me levante de la mesa, y me acerque a él para darle dos besos.
Después de eso volví para casa, creo que esto no es bueno.
No debo de ocultarle a Pedro esto, porque todos sabemos que lo que sentimos los dos, no es simplemente cosas de trabajo.

-Álvaro-
Llegue a casa después de esa tarde, que sinceramente para mí, había sido muy buena tarde.
No sé que me pasa con esa chica, es tan, tan, no se tan encantadora, nunca me había sentido así con ninguna.
Es que joder, encima tiene novio, maldita sea, ¿Por qué? Para una que me gusta y encima zas.
Sinceramente no sé que hacer ya para poder quedar con ella y un poco más íntimo, no que sea de trabajo.
De pronto sonó el timbre.
Weiss: Maquina, ¿Qué tal?
Álvaro: Hola, pasa que no tengo a nadie con quien hablar.
Weiss Uh me suena eso a chapa…
Entro y nos sentamos en el sofá grande.
Álvaro: Tío que me he enamorado, y lo peor de todo es que tiene novio, ¿Qué hago?
Weiss: Adiós enamorado…
Álvaro: No te rías y me ayudas.
Weiss: ¿Quién es?
Álvaro: Mi abogada, tío, que tiene novio
Weiss: Uh que guay abogada, una chica inteligente.
Álvaro: Pues si es un gusto hablar con ella eh.
Weiss: Que suerte, su novio tendrá que ser guapísimo…
Álvaro: Claro porque si no sale conmigo por algo será.
Weiss: El amor existe y si ella no sale contigo es porque el otro chico la querrá más.
Álvaro: Mira que yo puedo ser un amor de chicos, cariñoso, atento…
Weiss: Deja de tirarte flores.
Álvaro: Vale ya, pero oye en serio, ayúdame.
Weiss: Mira, no se yo nunca he estado así.
Álvaro: Pues asi no eh, hay que crecer y enamorarse.
Weiss: Bueno pues vale, algun día me enamoraré.
Álvaro: ¿Qué hago entonces?
Weiis: ¿Otra vez? No lo se.
Álvaro: Mira para no hacer nada ni ayudar te vas, fuera venga.
Weiss: Pero no me eches.
Después de echarle de casa de nuevo me volví a mi cama, a dormir un rato que luego tenía que jugar un partido, seguro que no podría quitarme de la cabeza a María, que malo es esto.

Segunda temporada, capitulo 51.


-Pedro-

María llevaba ya horas dentro del despacho que tenía en su casa, lo tenía todo ordenado y muchísimos libros, todos les ayudaban a poder tener más opciones y mejores ala hora de buscar una solución.
Echaba de menos esas tardes de risas con ella, solos sin ningún trabajo, pero cuando no era por mi, era por ella.
Fui hacía su cocina y le preparé algo para merendar, así podríamos pasar un rato juntos y poder tomar un respiro de todo.
Allí en la cocina hice un café, bueno más bien lo hizo la cafetera y saque una bandeja coloque el café, y unas galletas integrales, eso le encantaba.
Me fascinaban las mujeres que tenían su trabajo y aun así mantenía una vida normal,  eso si, el suyo le abstraía muchísimas horas.
Más de las que me gustarían que fuesen.
Cogí la bandeja y me marché para la habitación.
Conforme que me vio  soltó una sonrisa.
Me acerque hacía la mesa y ella aparto los documentos del medio.
María: ¡Muchas gracias! –Me abrazo
Pedro: No es nada cariño, creí que estarías ya harta.
María: Pues si un poco, pero es que el caso es difícil.
Pedro: ¿Qué es? –Pregunte curioso
María: Confidencial.
Pedro: ¿Sí?
María: Como la vida misma.
Pedro: ¿Pero no me puedes decir nada?
María: Nada.
Pedro: ¿Ni el nombre?
María: Incluso menos.
Pedro: Joder, ni que fuera el rey.
María: Yo tengo que respetar y dar seguridad a mis clientes.
Pedro: Pero yo no voy a decir nada.
María: Pedro por favor que nos conocemos, tu a tu trabajo y yo al mío, como siempre.
Pedro: Pero es que, me entra curiosidad de saber que es lo que te quita el sueño muchos días.
María: Lo siento, yo si fuera por mi te lo diría, pero no depende de mi.
Pedro: Esa persona no se enteraría porque yo no se lo cuento a nadie.
María: Mira, Alexis es como un trabajador del FBI, ese te lo saca todo.
Me quedé pensando, es cierto el cabron te lo saca todo.
Pedro: Bueno si no quieres compartir tu trabajo conmigo me parece bien.
María: De todas formas, ahora lo meteré en el maletín que tiene clave.
Mierda, si insistia tanto era alguien importante, e iba hacer eso, cotillearle al final, pero me ha visto las intenciones.
Esto de que te conozcan tanto no es bueno.
María: ¿Algo más?
Piensa, que no tengo ganas de irme otra vez.
Pedro: ¿Qué te parece Rajoy?
María: Por favor, Pedro.
Pedro: Estos recortes no se, no me parecen bien, ¿Qué opinas?
María: Te pediría por favor que te marcharás, porque tengo mucho trabajo.
Pedro: ¿Me estas echando?
María: Te estoy pidiendo por favor que te marches.
Pedro: Que fuerte me estás echando.
María: ¡PEDRO!
Pedro: Vale, ya me ha quedado claro.
¿Por qué se pone así?
No es normal, esto no puede ser así, tampoco por que me diga así por encima no va a pasar nada.
Salí de casa, no tenía gana de estar allí con ella. Encima después de lo que me ha liado por hablar de Rajoy.

-Ibrahim-

Ibi: Adiós guapa adiós, hasta mañana. –Dijo echando a Vero.
Irene: Que ganas tenías de que se fuera eh.
Ibi: ¡SI! Por fin solos.
Irene: Me tengo que duchar, porque estoy cansada.
Ibi: Vale, yo mientras hago la cena.
Irene: ¿Tú la cena?
Ibi: Ya verás, voy a ser un buen padre para Leila.
Irene: Vale, me marchó.
Vi como se marchó hacía arriba, yo me marché para la cocina. Abrí la nevera y pensé que cenaríamos.
Saque la sartén, y le eche aceite, unos filetes de ternera.
Le eche sal, y partí un poco de lechuga.
Le eche agua, y la deje.
Empezó a saltar el aceite ya, así que puse los filetes en la sartén y empezó a salpicar.
Me aleje y le daba a 20 km con la paleta.
Y al final se iban a quemar, así que apague la vitrocerámica y  ya cuando se enfrió le di la vuelta.
Saque también un olla, y le eche agua, encendí de nuevo la “vitro” y la coloque encima.
Pues nada, saque zanahoria, maíz, y demás complementos para hacer la ensalada.
De nuevo los filetes empezaron a salpicar mas de la cuenta, le eche sal, y ya por fin se cocinaron.
Saque macarrones del armario y los eche al agua.
Hice la ensalada y mientras tanto lleve los platos a la mesa, saque agua, zumo y coca-cola.
Los vasos y todo, sentí el secador y ya sabía que estaba casi terminando.
Lleve los filetes a la mesa, la ensalada, y los macarrones estaba ya casi.
Apenas tardaron, asi que los saque de la olla, y de nuevo los coloque en una fuente de cristal.
Y los lleve a la mesa.
La vi bajar con una bata de estás de casa.
Se le notaba ya la barriga.
Irene: Hostia, pues si que has hecho la cena.
Ibi: Tsé ¿Qué te crees?
Irene: Que bien, que buena pinta.
Vi como se sentó, y se echo zumo.
Ibi: Ya esta todo aquí –Dije dejando la fuente en mitad de la mesa.
Irene: Ese filete me dice, cómeme, cómeme. Y yo me lo voy a comer.
Yo le sonreí.
Ibi: Macarrones, mm ricos.
De pronto…
Irene: ¡Que asco! Esta dulce, Ibi.
Ibi: ¿Sí?
Irene: Pues si, buag, que asco. –Dijo echando el plato para el otro lado.
Ibi: Bueno pues come ensalada y macarrones.
Irene: SI mejor.
De nuevo cogió el tenedor y probó los macarrones y zas.
Irene: ¡TAMBIEN  ESTA DULCE!
Ibi: Joder, pues no pruebes lo otro porque fijo que me he confundido de tarro.
Irene: Que mal, sin cena.
Ibi: Lo siento, yo…
Irene: Tranquilo ahora hago yo una tortilla o lo que sea.
Ibi: Es que no hago nada bien, no se como Leila va a sobrevivir.
Irene: Tampoco te pases, es normal…
Ibi: ¿Si?
Irene: No, normalmente se prueba para saber lo que es.
Ibi: Ya, pero yo que se no he caído.
Irene: Bueno cariño tranquilo, que yo ten enseño a hacer lo que tu quieras.
Ibi: ¡Bien! Una tarta de chocolate.
Irene: Eso no se hacerlo
Ibi: Me has dicho que a lo que yo quiera.
Irene: Bueno ya le dire a mi madre que me diga como se hace.
Ibi: ¡TARTA! Mañana tarta…
Irene: Tampoco te pases eh.
Ibi: Joer no valgo para nada, pobre Leila.
Irene: Vale mañana hacemos tarta.
Ibi: ¡TARTA!
Cogí un trozo de filete, no me acorde de la sal y lo escupi.
Irene: Ejem..
Ibi: Nuevos sabores Irene, nuevos sabores.

sábado, 3 de noviembre de 2012

Capituli 50, segunda temporada.


María: ¿Sí?
Álvaro: Hola, ¿Eres María?
María: Sí soy yo, ¿Con quien hablo?
Álvaro: Me llamo Álvaro, y quiero hablar con usted, para decirle mi caso.
María: Ah claro.
Álvaro: Pues haber desde hace un tiempo ya me acosan, mandan cartas, llamadas…
María: ¿Sabe usted quién podría ser?
Álvaro: No, la verdad es que ni idea.
María: Haber si quiere, puede pasarse por mi oficina y ya me cuentas todo más tranquilamente, y si puedes traerme las cartas.
Álvaro: Claro, ¿Dónde esta su oficina?
María: Ahora le mando un mensaje con la dirección.
Álvaro: Vale, muchas gracias.
María: De nada, ese es mi trabajo.
Álvaro: La verdad es que estoy un poco preocupado en verdad.
María: No deberías, cuando hablemos todo, encontraremos una solución.
Álvaro: Eso espero, porque así es difícil vivir bien y feliz la vida.
María: Me lo imagino, mañana creo que tengo libre, así que…
Álvaro: Vale si, mañana puedo, a partir de las 6.
María: Pues estupendo, no tengo a nadie más asi que puede contarme todo desde el principio.
Álvaro. Perfecto, pues bueno muchas gracias, y hasta mañana.
María: No es nada, ¡Ah! Bueno si puede conseguir que su compañía le mande la entrada y salida de sus llamadas.
Álvaro: Está bien, intentaré llamarlos ahora, espero que me lo den.
María: Normalmente lo suele dan.
Álvaro: Supongo, bueno pues hasta mañana.
María: Igualmente.
Colgué el teléfono y marqué el número de la compañía telefónica.

-Vero-

Vero: Lo hago yo he dicho.
Ibi: Que no me da la gana, he dicho, que este puzle lo hago.
Vero: Pero si son 40 piezas.
Ibi: Pues para mi, que para eso es mi hija.
Vero: Que a mi me gustan mas lo gatos.
Ibi: Pues es mío que para eso es mi hija.
Vero: Que por eso no te da el derecho de hacerlo, mandon.
Ibi: Mira, ¡vero! Es mi casa, mi hija y mi puzle lo hago yo.
Irene: ¡OS CALLAIS!
Ibi: Sí, toma hazlo tu.
Irene: No, ahora lo haces tú, y Vero, vámonos a tomar algo.
Vero: Ale que te aproveche.
Ibi: Irene, yo creo que tu hermana me está remplazando.
Irene: Y a mi me estáis dejando sin paciencia siempre peleándose.
Vero: Es que me cae un poco mal, pero nada, eso se resuelve con un viaje al Caribe.
Ibi: Ale adiós, ponte negrita.
Vero: No, te vas a ir, porque yo me voy con ella a tomar algo, que para eso es mi hermana, que te aproveche el puzle.
Ibi: Así no eh.
Irene: ¡Adiós te quiero! –Se acercó y le dio un beso.
Ibi: Cómprame algo de chuches para comer luego.
Irene: ¡Vale!
Vero: A ti ni agua.
Ibi: Anda y te vas ya.

-Irene-

Llegamos a un bar cercano de casa, no tenía muchas ganas de andar, y menos de coger el coche para eso.
Mientras que el camarero venía, miraba a mi hermana.
Vero: ¿Qué tengo?
Irene: Muy mala leche, ¿Por qué no podéis llevaros bien?
Vero: No se, es que lo veo, no se, es difícil de explicar.
Irene: Pues en mi estado no es bueno, ver como mi novio y mi hermana se pelean siempre.
Vero: Es que no lo puedo evitar, me sale solo.
Irene: Pues deberías de controlarte más, ya hablare con él esta noche también.
Vero: Bueno, pero como me pinché yo no me callo eh.
Irene: No si ya veo que tu callarte no te callas.
Vero: Mira, que en eso somos las dos iguales.
Irene: ¿Ya empezamos?
Vero: Lo siento, que me sale solo, yo creo que debería ir a medico o algo.
Irene: Si o al psicólogo.
Vero: No, a eso si que no.
Irene: Ves, por eso será porque estás loca y tienes miedo de que te metan en un psiquiátrico.
Vero: Bueno vamos a dejarlo ya eh, que no se yo quién está mas loca aquí.
Irene: Ya está, bueno que, ¿Qué me cuentas?
Vero: Pues no lo se, bueno si que el camarero es muy guapo, ¿Lo conoces?
Irene: Pues no la verdad, no tengo la suerte.
Vero: Creo que hay que venir más por aquí eh, si si, mucho más, todos los días dos veces.
Irene: ¡Pero deja de mirarle!
Vero: Leila cariño, te voy a traer aquí todos los días, en vez de al parque.
Irene: Sí vamos para que diga “un café por favor” antes que “mama o papa”
Vero: Mira diciendo eso ya sabe defenderse en la vida.
Irene: Sí sobretodo eso.
De pronto se acercó el chico, y Vero empezó a hablar con él.
Después de un rato por fin nos trajo lo que pedimos y así nos pasamos casi toda la tarde, tomando cosas porque ella no se quería ir de allí.

jueves, 18 de octubre de 2012

Segunda temporada, capitulo 49.

-Ibrahim-
Eran las doce y media aproximadamente, me despedí de mi madre, y me marche para casa de Irene, sin previo aviso, sabía perfectamente que estaría durmiendo.
Apenas tarde 20 minutos en llegar y menos tarde en subir, abrí la puerta en silencio.
Estaba todo en silencio así que me fui para su habitación, allí estaban durmiendo, sí, ella y Mino.
Me senté a su lado, y le di un beso corto en los labios.
Se revolvió y abrió un ojo para ver quien era.
Irene: ¡IBI! –Me abrazo.
Ibi: ¿Y esa efusividad?
Irene: Había soñado que me dejabas, y te llevabas a la niña…
Ibi: Déjame sitio aquí anda... –Dije mientras me ponía cómodo.
Irene: ¿Qué haces aquí?
Ibi: Pues he pensado que hoy podríamos ir al cine, a comer y a comprar ropa…
Irene: ¿Por qué?
Ibi: Pues porque te quiero y eso, te quiero
Irene: No me he podido sacar lo de tu madre de la cabeza…
Ibi: Ah de eso te quería hablar, ayer estuve hablando con ella, y al final dice que Leila le gusta, lo del nombre ha sido la mejor idea que has tenido.
Irene: No era una idea, es que la quiero llamar así.
Ibi: ¿Sí?
Irene: Sí, es muy bonito.
Ibi: Cariño, levanta que nos vamos al centro comercial.
Irene: Vale.
Salté de la cama, y cogí esto para ponerme:
Cuando por fin termino de asearse, arreglarse y vestirse eran ya las una y cuarto de la tarde.
Así que nos fuimos directamente para un sitio donde comer.
Ibi: ¿Qué prefieres?
Irene: Yo quiero McDonald.
Ibi: Vale, venga vamos allá.
Le agarré de la mano, y nos anduvimos todo el centro comercial hasta que llegamos a un Mc donalds.
Allí buscamos una mesa para dos.
Irene: Yo quiero patatas fritas, y una hamburguesa de pollo, con Coca mediana.
Ibi: Vale, pues ya voy a pedirlo yo.
Irene: Toma, pago yo.
Ibi: Que no, yo.
Irene: Como no cojas el dinero, vamos a tener un problema.
Ibi: Que yo como mucho…
Irene: Ibi.
Ibi: Vale.
Me levante con él dinero y me fui hacía la cola de caja.
Mientras llegaba mi turno leía los grandes carteles y miraba mi elección.
En menos de 5 minutos me toco.
X: ¿Cuál es su pedido?
Ibi: Pues un Mc Menu, hamburguesa de pollo, y después otro Mc Menu, con otra hamburguesa de pollo, bebiba grande, patatas, dos mcflurrys y dos chicken mcbites.
La chica me miró extrañadisima.
Ibi: Es que mi novia está embarazada y come bff…
X: Ah vale, son 21,40.
Ibi: Tome.
Le di el dinero, y las vueltas me las guarde en el bolsillo, mientras que esperaba la comida, me fije en Irene, que tenía la vista perdida en la pared.
Cuando me di cuenta ya tenía todo en el mostrador, cogí las bandeja sy me fui para la mesa.
Ibi: Toma, que te aproveche.
Irene: Después a mi me como todo lo que pillo, te vas a poner hecho un cerdo.
Ibi: No cerdo no…
Irene: Si te quedas con  hambre avisas..
Ibi: Después me compro palomitas.
Irene: Como quieras…
Empezamos a comer, no hablamos mucho, tampoco para decir alguna cosa que no venia a cuento mejore estar así.
A las dos y algo terminamos de comer.
Irene: Madre mía haber quien me mueve a mi ahora.
Ibi: Pues yo, venga dame la mano.
Irene: Me siento invalida Ibi, ¿Qué me has hecho?
Ibi: Ya mismo se te pasa..
Irene: Tenías que estar tu embarazado.
Ibi: Si vamos, imagínate que insoportable estaría.
Irene: ¿Me estas llamando insoportable?
Ibi: No, cariño, estaba diciendo que quiero insonorizar la tele por cable…
Irene: Eres bueno en pensar pronto para que no te pegue..
Ibi: Gracias son muchos años de entrenamiento..
Irene: Anda tira, que te doy aun.
Ibi: Que violenta, eso era la Pepsi, o lo que te hayas bebido.
Salimos del Mc donalds y nos fuimos para la taquilla del cine, optamos por una peli de comedia, para reírnos un rato, aunque en verdad, la única que se rió en toda la sala fue ella.
Yo sinceramente no pillaba las cosas, y cuando lo hacía no me divertía.
A la hora y media después cuando por fin termino la pelicula, nos fuimos para tienda de ropa.
Irene: Antes de entrar, tenemos que ir a una de ropa interior porque tengo que comprarme sujetadores.
Ibi: Que vergüenza.

-Irene-

Entramos a la tienda, y me fui para los modelos básicos.
No encontraba de mi número así que le dije a ibi que buscará.
Que cuatro ojos hacen más que dos.
Ibi: ¿Qué talla?
Irene: La 90.
Ibi: Vamos a ver.
Vi como empezó a coger sujetadores de todos los colores y formas.
Irene: No pienso ponerme eso, es de vieja.
Ibi: ¿Y este verde?
Irene: No, llama mucho la atención, no tengo 16 años.
Ibi: Ya…
Irene: Mira este azul marino.
Ibi: ¿Sabes que?
Irene: Dime
Ibi: Si te lo pruebas, saldremos de dudas.
Irene: Oye.
Ibi: Era broma, pero es una buena forma.
Irene: Bueno me lo voy a probar pero no para eso precisamente.
Me metí en un probador, y le deje el bolso a Ibi.
Tarde un par de minutos en ponérmelo.
Ibi: Si quieres te lo puedo abrochar.
Irene: No hace falta, caballero.
Ibi: Señor eh, caballero suena viejo.
Irene: No pillas nada eh.
Ibi: Ahora en serio, ¿Cómo se te queda?
Irene: Bien.
Ibi: ¿Entonces?
Irene: Me lo quedo.
Ibi: Que bien, que bien. –Se rió.
Escuche como se estaba riendo.
Así que le agarré de la mano y lo metí para dentro.
Irene: De que te ríes tú.
Ibi: Pues… em… de un niño.
Irene: Creo que también te vas a comprar tu boxers, porque los de balones de fútbol están ya pasados de mola.
Ibi: Esos son de un regalo, de hace bff mucho tiempo.
Irene: JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJ
Ibi: No te rías que me asustas.
Irene: Ale fuera, que me voy a cambiar.
Ibi: ¿Y si no me quiero ir?
Irene: Morirás.
Ibi: Te espero en el coche.
Se salió del probador, yo apenas tarde unos minutos en volver a poner la camiseta, pague el sujetador y me salí para donde estaba Ibi.
Ibi: Me cohíbes algunas veces eh.
Irene: La niña, que seguro que es como yo.
Ibi: Madre, hermana e hija, el destino se ceba conmigo.

martes, 16 de octubre de 2012

Segunda temporada, capitulo 48.


-Ibrahim-

Estábamos en la consulta de la ginecóloga, mi madre al final de después de tanto insistir acepto acompañarnos, tenía a mi derecha a Irene y a la izquierda a mi madre, miraba para el frente.
No había mucha gente en la consulta así que estaba todo en silencio.
Una chica alta rubia se acercó hasta nosotros y nos avisó de que nos tocaba ya.
Nos levantamos y entramos hacía la consulta.
Mi corazón se iba a salir de un momento a otro, pero Irene me agarró de la mano y eso hizo que me tranquilizará algo.

Sandra: Buenos días, a los tres.
Todos le devolvimos el saludo.
Sandra: ¿De cuantos meses estás ya?
Irene: Pues casi 4 meses y medio.
Sandra: Uh pues entonces vamos a ver como está el bebé.
La chica se levanto.
Sandra: Venid que vamos hacerte una ecografía.
Todos nos levantamos y fuimos hacía la habitación de al lado donde estaba todo preparado.
Sandra: Túmbate y tranquilízate  ahora estará el liquido este frío pero tranquila.
Irene se subio la camiseta y la chica le echo una crema transparente.
Encendió el ecograma y se vio todo oscuro.
Sandra: ¿Qué queréis que sea? –Me miró sonriendo.
Irene: Una niña.
Ibi: Yo un niño, siempre me ha hecho ilusión uno…
Empezo a pasar el objeto grisáceo por toda la tripa de Irene, se pudo ver al bebé.
Sandra: Mira está de buena postura…
Irene: ¿Qué és?
Sandra: Una niña, ¿lo veis?
Habiba: Oh que bien una niña…
Irene sonrió.
Ibi: Pues a por el niño después.
Irene: Si, tu espera a tener esta y después hablamos.
Ibi: Bueno, ¿Y como está?
Sandra: La verdad que para estar de 4 meses y medio está muy bien, todo correcto, de todas formas ahora os explicaré todo más detalladamente.
Sandra: Toma límpiate. –Le dio un par de toallitas.
Después de explicarnos todo más detalladamente, nos marchamos para casa.
Mi madre tenía una sonrisa en la cara, pero no sabía si de verdad había funcionado todo esto.
Irene iba en el coche embobada viendo las fotos que le habían sacado.
A las una o así llegamos a casa, y allí me subí ha cambiarme de ropa.

-Irene-

Irene: Yo se que esto es difícil de buscarle una solución, ya que usted tiene unos principios por su religión, pero después de toda una vida queriendo a su hijo, no voy a dejarlo marchar por lo que puedan decir.
Habiba: No es justo que le eduque con esos principios y en menos de un año los eché por tierra, ¿Lo entiendes no?
Irene: Lo sé, pero él es feliz conmigo, no me puedo ir ahora, y menos embarazada.
De pronto vi bajar a Ibi, con semblante serio.
Ibi: Mamá yo soy musulmán y hago lo que hay que hacer, rezo, hago el ramadán, pero no puedes decirme que deje a Irene, porque no lo voy hacer.
Irene: La niña se va a llamar Leila, es un nombre musulmán.
Dicho esto me fui para casa, no sabía que iba hacer ya para que Habiba me aceptara.

Mientras tanto en otro lado de Barcelona.

-Álvaro-

Álvaro: Es raro, porque me mandan cartas, mensajes, correos y tweets.
Weiss: Pero no te fijes en eso, ¿Qué sacas preocupándote?
Álvaro: Tú pareces que no entiendes nada, como se nota que no es contigo.
Weiss: Pero si yo me preocupo, ¿No me ves que cara de circunstancia se me ha quedado?
Álvaro: ¿Esa es cara de circunstancia? Yo creía que era de tonto, porque como la tienes siempre.
Weiss: Ahora le cuentas tus problemas a quién yo se, gracioso.
Se iba a ir pero le agarré del brazo.
Álvaro: No me dejes anda.
Weiss: Vale, pero porque me das penita…
De pronto nuestro entrenador, Pochettino, se acercó y nos dio una gran charla sobre nuestro comportamiento y que no era el mejor.
Ya a las dos nos dejo irnos a las duchas.
Weiss: Ya preguntaré a mi amigo haber si conoce a un abogado bueno y lo arreglas así.
Álvaro: Tío muy buena idea, ya me avisas eh.
Weiss: Sí, tu ten el móvil a mano.
 Me marché ya de allí que hoy quedé a dar una vuelta con unos amigos y aún tenía que comer.

-Ibrahim-
Habiba: ¿Te has enfadado conmigo? Es lo último que quiero…
Ibi: Mamá no es enfado, es estar molestado, porque ella me quiere, y tu la tratas así.
Habiba: Al principio si lo veía bien, pero creía que no iba a pasar más de salir.
Ibi: Pues te has equivocado…
Habiba: Leila es un nombre bonito.
Ibi: Sí, además lo ha elegido ella, yo no le dije nada, en vez de ponerle un nombre español, o holandés, lo pone de origen musulman.
Habiba: Es un bonito gesto sí.
Ibi: Ella no reniega de lo que soy…
Habiba: ¿Tú la quieres?
Ibi: Creo que la estapa esa de decir te quiero ya ha pasado, ahora pega más amar y esas cosas…
Habiba: Bueno no seré yo quién te jugué, ya eres mayor.
Ibi: ¿Eso es lo que creo que es?
Habiba: Sí.
Ibi: Te quiero mucho que lo sepas –Me abracé a ella.
Habiba: Leila, me gusta.

sábado, 13 de octubre de 2012

Segunda temporada, capitulo 47.


-Irene-

Hoy era el día en el que por fin sabría si Vero era mi hermana.
Los resultados tardaron varios días y los enviaban a casa así que decidimos quedar temprano.
Y por fin llegaron, los nervios me carcomían pero al final los abrimos  comprobamos que como nuestro corazón decía, éramos hermanas. Por un lado fue un alivio y por otro un caos, porque después de tantos años…
Ella me abrazo fuertemente y estuvimos así un par de minutos.
Irene: Ibi, nosotras nos vamos a comprar ropa, en modo de celebración ¿Vale?
Ibi: Vamos que me estás diciendo que yo no voy…
Irene: Es que es momento de hermanas.
Vero: Y tu no eres, ¿Notas la diferencia?
Irene: Ya empezamos.
Ibi: A mi no me ironices eh.
Vero: ¿Ironizar? Si no sabes lo que es eso.
Ibi: ¿Cómo que no?
Irene: Vámonos ya que os veo enganchados de los pelos.
Vero: Bueno voy para el coche, Irene ahora nos vemos allí ¿Vale?
Irene: Claro.
Vero se marchó para la calle, donde estaba su coche.
Miré a Ibi, estaba con la mirada perdida.
Irene: Sé que es duro asimilar esta noticia, pero hay echarle un par de ejem…
Ibi: Ya, si yo quiero que seas féliz, pero conmigo mayormente.
Irene: Lo seremos.
Me acerque a él y le bese.
Pero de pronto sonó su móvil.
Ibi: Creo que esto de ser felices va a costar eh.
Irene: Da igual, esta noche vengo y te hago una visitilla.
Ibi: ¡SI!
Se levanto y cogió la llamada, yo me despedí de él con un beso en la mejilla y me marche.
Salí de casa de él y me marché para el coche de Vero.
De allí nos fuimos al centro comercial donde estuvimos comprando la mayor parte del tiempo, ella me explico todo lo que le había pasado en su vida, y yo pues lo mismo.

-Ibrahim-

Me había llamado mi madre, dice que venía a pasar el fin de semana aquí a Barcelona, fui a recogerla al aeropuerto y ya veníamos de camino.

Ibi: ¿Bueno y tu sabes lo de Irene no?
Habiba: Sí ya sé que están saliendo…
Ibi: Bueno y algo más. –Dije totalmente ilusionado.
Habiba: ¿Algo más?
Ibi: Sí, mamá, está embarazada.
Habiba: ¿Qué? Hijo ella no puede estarlo.
Ibi: ¿Cómo que no?
Habiba: Ella primero debería de haberse casado contigo y luego haber tenido el bebe, si es virgen. Ya lo sabes cariño.
Ibi: Mamá ese bebe es mío, y por lo de no ser virgen no pasa nada.
Habiba: No, no te puedes casar con ella.
Ibi: Lo siento mucho pero la quiero mucho, y está embarazada.
Habiba: Pues yo no apruebo esta relación.
Con esa frase que me martirizaba desde que la dijo, llegamos a mi casa, allí le ayude a dejar las maletas.
Estuvimos discutiendo algunos minutos más, pero era para nada.
A las once y media se marchó a dormir y justo llamé a Irene para contarle lo que había pasado, necesitaba que lo supiese.
Nos fuimos a dar una vuelta.
Irene: Bueno cuéntame eso tan importante, como sea una tontería verás.
Ibi: Pues hoy mi madre se ha venido ha pasar el fin de semana, y le dije que si sabía lo nuestro…
Irene: Si…
Ibi: Y me dijo que sí, que sabía que estábamos saliendo, le dije que también estabas esperando un bebe, y me dijo que no puede ser, que no acepta lo nuestro.
Irene: ¿Esto es una broma verdad?
Ibi: No, no lo es.
Irene: ¿Cómo que no lo acepta, Ibi?
Ibi: No eres musulmana y no vas a llegar virgen al matrimonio.
Irene: Pero tu tampoco, ¿Qué más da eso?
Ibi: Ya cariño, pero mi religión es así.
Irene: ¿Y porque no me has dicho todo esto antes de que tuviéramos en marcha un bebe?
Ibi: Es lo que menos me preocupaba.
Irene: Pues aplausos por ti.
Ibi: Tiene que haber un forma de solucionar todo esto.
Irene: Pues yo no la veo.
Ibi: No se yo tampoco.
Irene: Vamos al ginecólogo y que venga ella también así cuando ve a su nieto o nieta no le quedara más remedio.
Ibi: Buena idea, me gusta, eres perversa.
Irene: ¿Perversa?
Ibi: Vale sí, no se lo que es eso, pero ha quedado bien.
Irene: Llamo mañana y pido cita, no veo otra solución.
Ibi: ¿Y podremos saber si es niño o niña?
Irene: No lo se es el primer bebe que tengo…
Ibi: Bueno pues llama, corre.
Irene: Son las doce Ibi.
Ibi: Bueno pues no hagas nada.
Irene: ¿A que me vas a comprar un helado?
Ibi: Pero si ahora no hay nada abierto y encima es invierno…
Irene: Por fi…
Ibi: Bueno venga vamos a buscar una tienda…
Irene: ¿A que le sale una mancha en forma de helado?
Ibi: Mmmm heladito…
Me dio una colleja que me hizo olvidarme de mis pensamientos en cero coma.
Después de andar mitad de tiendas de helados o cafeterías, las que estaban abiertas claro, por fin le pude comprar una pequeña tarrina de helado.

domingo, 26 de agosto de 2012

Capitulo 46. Segunda temporada.


Ibrahim.
El tiempo paso rápido desde que el padre de Irene murió, apenas hemos podido pararnos a pensar en eso conjuntamente, ya que se de sobra que cuando ella iba a su piso a dormir noches y noches no era precisamente porque necesitará tranquilidad, era porque quería llorar y gritar sin tener que ocultarse a nadie.
Me duele mucho saber que hace eso, pero es la pura verdad.
No soporto verla así, tan rota, tanto por dentro como por fuera. Esta tragedia ocurrida a su padre la ha destruido, ha sido un golpe muy muy fuerte para ella. Su padre era una de las personas más importantes en su vida y ahora se ha ido. Ya no sé que hacer para intentar quitarla todo este sufrimiento que tiene. No sé como hacerla ver que la vida sigue, que hay un futuro, uno muy especial. Tengo que conseguir verla sonreír de nuevo porque si no voy a olvidarme de como era su preciosa sonrisa y no quiero eso.
Encima se nos junta todo.
Estos últimos días no se ha encontrado muy bien. Tenía fuertes mareos, dolores de cabeza etc. Ella dice que es por el embarazo, pero yo ya la he dicho que tiene que ir al médico para estar mas seguros, y con lo cabezota que es me ha costado cielo y mar convencerla, pero al final lo he logrado. Además, así de paso ya se pasa por la sala de ecografías y a lo mejor podemos saber si lo que vamos a tener va a ser un mini Ibi o una mini Irene jajajajajaja.
Sigo sin creerme que vaya a ser papá.
Es que... Vaya... Yo, papá. El papá Ibrahim Afellay. Oye pues suena bien y todo.
Ufff... Creo que Irene está tardando demasiado. ¿Y si la llamo? Si es que tenía que haberme dejado que la acompañara, yo no puedo vivir con esta tensión encima. Decidido, la próxima vez pienso acompañarla, se ponga como se ponga.

De pronto sonó el timbre, no tarde ni 5 segundos en llegar a la puerta, seguro que era Irene.
Me encontré con la sorpresa de que no era ella, sino una chica.
Ibi: ¿En que puedo ayudarte?
X: ¿Esta Irene?
Ibi: No, ha ido al medico… ¿De parte de quién?
X: Vero.
Ibi: ¿Y eres…?
Vero: ¿No crees que preguntas demasiado?
Ibi: Es que está es mi casa, y si preguntas por mi novia, pues oye como que me preocupa…
Vero: No pienso matarla, tranquilo, soy de la familia.
Ibi: ¿Bueno y que querías?
Vero: Básicamente hablar con ella…
Ibi: No está, pero si quieres pasar.
La chica entro y tomo asiento.
Pasó por delante de mí, y algo en mi interior me hizo temblar.
No sabia que cojones me había pasado pero estaba ahora inquieto.
Me senté en el sofá del frente.
Ella me miraba, y veía perfectamente que algo pasaba, si era familia de Irene, no la conocía porque yo he vivido casi toda mi vida al lado de ella, y nunca he sabido que tuviera nadie en parentesco así y que se llamará Vero.
De pronto escuche meter la llave en la cerradura, sabía perfectamente que era Irene, así que sonreí tímidamente y me levante.
Irene:¡Hola! Ya estoy aquí.
Ibi: Ha venido alguien a verte.
Irene: ¿Sí?
Vi como giro la cabeza hacía la chica, y me miro extrañado.
Y de pronto se me vino a la cabeza el día de la heladería, es ella joder.
¿Cómo puede ser eso?
Me fui hasta ella.
Ibi: ¿Tú eres la chica que estaba en la heladería, hace un mes o así?
Vero: Sí, era yo.
Irene: ¿Y quién eres?
Vero: Hola Irene, me llamo Vero. Encantada –Se acercó a ella y le dio dos besos.
La miraba con ternura, y al mismo tiempo le brillaban los ojos desmesuradamente.
Ibi: ¿Y que haces aquí?
Vero: Como ya te dije antes, soy familia de ella.
Irene: ¿Familia? No te sigo…
Ibi: Ni yo, menos mal que no soy el único.
Vero: Sé que esto te va a sonar raro, e incluso no me vas a creer pero tengo pruebas para demostrártelo.
Irene: Me estoy a empezando a asustar, ¿Ibi, me estarás gastando un broma no?
Ibi: Sí, soy yo, como me aburro tanto, pues mando a gente, para que te asuste, todo muy normal ¿No crees?
Irene: Bf
Vero: Irene, soy tu hermana.
Se me cayó el móvil al suelo, creo que me estaba haciendo pipi, y encima, para colmo, me había bebido 2 litros de agua.
Irene: ¿Es broma no?
Vero: No, te explico, tu padre, bueno nuestro padre, estuvo un tiempo en España, bueno más bien en Barcelona, y aquí conoció a mi madre, Estefanía, dio la casualidad de que tu madre y papa se iban a divorciar, y entonces, según me ha dicho mi madre, tuvieron algo ellos dos, pero obviamente no había nada con tu madre, entonces no había problema, no serían cuernos en sí.
Ibi. JAJAJAJAJAJAJA ¿Dónde esta la cámara oculta?
Vero: ¿Me ves con cara de broma? –Dijo muy enfadada.
Ibi: No, no, lo siento, pero es que esto parece de novela de canal sur, coño.
Irene: ¿Y esa boca?
Ibi: ¿Qué le pasa a mi boca? –Dije tocándomela
Irene: ¡No digas palabrotas! El niño o niña te esta escuchando.
Ibi: Oh perdón, lo siento, hijo mio, tapate los oídos, ¿Por qué tendrá oídos no?
Vero: ¿Hola? Sigo aquí, te estoy contando que tienes una hermana perdida y te pones hablar tranquilamente con tu novio, o no se lo que eso, y no me haces caso, me siento un poco apartada.
Ibi: ¿Cómo que eso? Me llamo Ibrahim, tú me puedes llamar, eso, Ibrahim…
Irene: Hostia es verdad, calla, sigue sigue.
Vero: Bueno pues eso, que viví aquí, tengo 26 años, dos más que tu, y fui al entierro de papa, obviamente no me acerque a ti, ni a nadie, ya que no quería causar molestias en esos momentos, a parte de que  fue muy sabiendo que tenía que compartir padre.
Irene: ¿Y las prueba y eso?
Vero: Podemos hacernos unas pruebas de ADN…
Irene: Sí por favor porque es que no se… es todo muy raro…
Les corté lo que iba a decir.
Ibi: ¿Y SI SOIS HERMANAS? –Dije como gritando
Y a la vez me respondieron.
¡NO AYUDAS!.
Ibi: Oficialmente sois hermanas, vaya genio, no tenía bastante con una, que encima con dos, ¿Qué me han mirado un congreso de tuertos? ¿Todavía me dura la maldición por cargarme el espejo del tocador de mi madre? No puede ser.
Irene: No te pongas loco.
Vero: Bueno pues cuando quieras, ¡Ah! Espera esta carta también tengo de él que me mandaba, cada mes, si quieres leerlas y bueno es otra prueba más.
Irene: Ya entiendo, por eso me dijo antes de morirse, que iba a haber una sorpresa, tú eras la sorpresa
Vero: Es que me dijo que te haría falta, y a mi sinceramente me haces falta.
Ibi: Que bonito. –Dije poniendo morritos.
Sinceramente no se porque puse esa cara, quería poner la cara de sorpresa, pero creo que no tengo de esas.
Vero: Bueno pues, yo me marcho, y ya mañana vamos hacernos las pruebas y ya pues lo sabes seguro ¿Te parece?
Irene: Sí, si, por supuesto. Mañana a la diez aquí, ¿Vale?
Ibi: ¡Adiós!
Vero: Adiós Ibi, hasta mañana.
Me acerque a Irene, y le dije al oído.
Ibi: ¿Me ha dicho Ibi? Le dije que era Ibrahim no ibi, que confianza coge la tía.
Irene: Joder, es mi hermana.
Ibi: Bueno, bueno, aun nos e sabe.
Vero le miró con ojos que solo los había visto una vez.
Ibi: No, no, claramente sois hermanas, ha puesto la misma mirada que me pusiste tu cuando me olvide de recogerte en el aeropuerto, que acojone.
Irene se despidió de ella con un abrazo, sabía que había muchas posibilidades de que realmente fuera su hermana ya que las pruebas eran obvias.
Conforme que se marcho Vero, Irene no tardo en llamar a su mejor amiga.

-Irene-

María: ¡Buenas noches cielo!
Irene: Buenas noches bonita, ¿Sabes que me ha pasado?
María: No, cuéntame.
Irene: Resulta de que tengo una hermana..
María: ¿Qué dices? ¿En serio?
Se lo conté todo lo despacio posible, para que pudiera asimilarlo bien.
María: Que fuerte, es obvio así como me lo has contado todo tiene sentido ¿No crees?
Irene: No lo se la verdad, ahora que lo pienso todo cuadra, porque mi dre mandaba siempre al año 3 regalos, e decía que era a unos niños que había apadrinado, pero resulta que er a mi hermana.
María: Mañana vas te la haces y me llamas conforme que lo sepas, porque es que es un bombazo
Se escucho por detrás a Pedro.
Pedro: ¿Qué es un bombazo?
María: Cotilla, sigue a lo tuyo, que estoy hablando con Irene.
Pedro: ¿No me lo vas a contar?
María: no.
Pedro: ¿Luego cuando no nos escuche si, no?
Ella se rio, y yo también.
María: Vete ya hacer la comida por favor.
Pedro: He visto echar a perros con más cariño.
Dicho eso se marcho, y no se le volvió a escuchar.
Irene: Pobre, se ha enfadado.
María: Bah, tranquila está bien. Bueno pues mañana hablamos que tengo mucho trabajo, venga tranquila y ten cuidado con el estrés que no es bueno para el bebe, ¿Vale?
Irene: Vale, venga y mañana te llamo, te quiero.
María: Y yo a ti, también.
Colgué y me giré, no vi a Ibi por ningún lado.

Y de pronto apareció subiéndose la cremallera.
Ibi: Uf, que agustico me he quedado, por un momento creía que me hacía pis encima.
Irene: ¿Tú nunca cambias no?
Ibi: Si la razón eres tú, con los ojos cerrados cambio.

lunes, 16 de julio de 2012

Capitulo 45. The end.

Unos días después Irene e Ibi, regresaron a Barcelona, la verdad es que todo había vuelto a la normalidad, Irene puso una demanda a Helena por el acoso a Ibi, algo que más adelante se sabrá la condena.
La abogada que llevaba el caso era María como no.
Por petición de Ibi para despejarse un rato fueron a tomar un helado por Barcelona.
Irene: Ve a pedir, mientras voy al servicio.
Ibi: Vale.
Él se levantó y espero en la cola, que era mas bien larguilla.
El tiempo pasaba, entonces se fijo y estaba Irene mirando al lado de espaldas unos dulces, él se acercó.
Ibi: ¿Cuál te gusta?
Se dio la vuelta y comprobó que no era Irene.
Ibi: No eres Irene..
X: Pues no…
Ibi: Madre mía, me había confundido, pero el perfil era muy parecido.
X: Vale, ¿Alguien te ha pedido explicaciones?
Ibi: Oye tampoco hay que ponerse asi.
X: Hombre es que confundir a la Irene esa con migo manda cojones.
Ibi: Os parecéis mucho.
X: Fijo.
La chica se fue enfadada y echándole miradas asesinas a Ibi, que este se quedo petrificado.
La chica tenia un parecido razonable, en cuanto a la forma de la espalda y pelo, pero como bien dicen todo el mundo tiene un doble.
Irene: Hey ¿Qué tal? ¿Has pedido?
Ibi: Eh…, no, ya voy.
Se dio la vuelta y le pidió a la chica de la barra los helados que querían y mas tarde se lo dio.
Regreso a la mesa donde estaba sentada Irene y le dejo sobre la mesa su helado.
Irene: ¿Qué te pasa?
Ibi: Nada, ¿Y tu que?
Irene: Erica.
Ibi: ¿Quién es Erica?
Irene: Si es niña se llamara asi.
Ibi: Ah que vas por lo del bebe.
Irene: Si.
Ibi: ¿Y si es niño?
Irene: Ni idea, tu veras.
Ibi: Ya hablaremos de eso, estas de tres meses, hasta dentro de dos no lo sabes seguro.
Irene: Ya, pero bueno.
Ibi: Me va a llamar papa.
Irene: Si, porque como te llame tito o algo de eso, problema.
Ibi: ¿Esta bueno el helado?
Irene: Muy bueno.
Ibi: Pues como yo –Se partio el culo solo.
De nuevo entro la chica de antes Ibi la miro reojo, que raro pensó para él mismo.
Irene: Tierra llamando a Ibi, ¿Estas?
Ibi. Si si, por supuesto.
Irene: Me creía.
Ibi: Te quiero.
Irene: Te quiero.
Sus miradas se cruzaron y sonrieron.
Ibi: “Si no confiamos en quien amamos realmente, no es a quien deseamos, un amor verdadero no tiene faltas, solo defectos”
Irene: Oh, ¿Quién dice esa frase?
Ibi: Ibrahim Afellay.

“It just ... for the moment.”

Capitulo 44. Shs no quiero ninguna promesa más.


"Sí el "Felices para siempre" fuera verdad, yo todavía estaría abrazándote"



Irene: ¿Qué haces aquí?
Ibi: Lo siento por lo de tu padre, y bueno respondiendo a tu pregunta, no es fácil estar vivo y sentir que te mueres, ya que lo más importante de mi vida se ha ido.
De nuevo unas lágrimas recorrieron la cara de Irene.
Irene: María me dijo que tu ya habías pasado de pagina.
Ibi: Es cierto, pero la pagina a la que pase estaba tu nombre, y la otra, y la otra, y todo el libro. ¿Por qué ir a contracorriente?
Irene: ¿Por qué haces esto?
Ibi: Te he escuchado, desde que viniste, y he estado en el entierro, no a tu lado, pero he estado, nunca te dejaría sola en un momento como este.
Irene: Siento haber dudado de ti, pero he pensando en todo y aunque yo te quiera muchísimo, ¿No crees, que nuestro destino, no es estar juntos?
Ibi: Quizás, pero ese tio llamado destino, no va hacer que me vaya de tu lado.
Se acercó a ella y le abrazó.
Derramó sus ultimas lagrimas y sonrió.
Irene: ¿Qué pasa entonces?
Ibi: Por ahora, limpiarte esa cara que tienes llena de lágrimas y después estar con tu familia
Irene: Tengo que decirte algo, muy importante.
Ibi: ¿El que?
Irene: Tengo que decirte que estoy embarazada. –Agaché la cabeza.
Ibi: ¿Un niño? ¿Cuándo te has enterado?
Irene: Digamos que me he enterado y el test a dado positivo.
Ibi: ¿Voy a ser papa?
Irene: Probablemente.
Ibi: Entonces, habrá que decirle a Mamá Habiba que va a ser abuela otra vez.
Irene: ¿Crees que se enfadara?
Ibi: No creo.
Me agarró la cara, sonrió y acercó sus labios a los míos.
Ibi: Vamos, que se hace tarde. –Dijo mientras pasaba su mano por mis hombros.
Irene: ¿Estás bien?
Ibi: Más que eso.
Le abrace más fuerte de lo que nunca lo hice.
Ibi: No te asustes, no iré a ninguna parte, estaré aquí a tu lado.

Por más que intento alejarme de ti, no puedo, me es imposible, una fuerza sobrehumana me lo impide. Y ahora que lo pienso mejor, quiero seguir con todo esto. Me gusta soñar–Irene

Capitulo 43. Aqui estoy pidiéndote otra oportunidad, más.

Karen: Irene, ¿Estás preparada?
Irene: No, déjame, no voy.
Karen: ¿Cómo no vas a ir al entierro cariño?
Irene: Mamá que estoy muy mal.
Karen: Y yo, pero es su último adiós.
Se abrió la puerta donde Irene llevaba ya más de 12 horas metida sin dar señales.
Karen le abrazo muy fuerte y la acompaño hasta donde estaba su hermano.
Adam: Tú que fuiste la ultima en hablar con él, ¿Qué te dijo?
Irene: Muchas cosas, pero es que se veía venir, y no me di cuenta.
Adam: No es culpa tuya, él estaba harto. Sufría por él mismo y por nosotros.
Irene: Es que no es justo, mierda de vida.
Adam: Pues si es una mierda, pero como dicen todos, mejor así, no queremos que sufra.
Irene: Eso si, pero ya no lo veremos más.
Adam: Tu deberías de estar feliz, que vas a ser madre.
Irene: No, porque me recuerda a Ibi, y eso es otro problema.
Adam: Todo tiene solución menos la muerte.
Irene: Pues me parece que estoy muerta, porque yo no tengo solución.
Adam: Deja de decir tonterías pequeña, aquí me tienes para todo. – le dio beso en la frente
Irene: Te quiero. –Se abrazó a él.
Karen: Cariño, ha venido alguien a verte.
Irene se giró y comprobó que era María.
Se abrazo a ella como nunca antes lo había hecho.
Irene Lo siento, lo siento, lo siento y mil millones de veces lo siento.
María: Estas perdonada, sabes que me ha costado mucho estar sin ti estos días.
Irene miraba la puerta por la que había entrado María, quizás porque tenía algúna minima esperanza e ilusión de que Ibi también entrara por ella, pero eso no ocurrió, María e Irene se fueron para el cementerio, y allí paso las horas peores de su vida.
María: Sé todo lo que ha pasado, y tengo que decirte que siento haberte dicho todo eso, pero no me hacias caso.
Irene: Soy una gilipollas, y ahora lo he perdido todo.
María: Me tienes a mí.
Irene: Tengo que decirte algo… -Dijo con millones de lagrimas a punto de salir.
María: Antes tengo que decirte que Ibi, ha pasado ya de todo esto.
Irene: ¿No hay vuelta atrás no?
María: No.
Y salieron todas, las lagrimas que contenia.
Irene: María, que estoy embarazada.
Decía entre llantos y abrazos.
María: ¿QUÉ?
Irene: Creo que dos meses.
María: ¿Segura?
Irene: Segurisima.
María: Lo siento.
Irene: Te quiero pedir un favor.
María: Lo que quieras.
Irene: Recoge mi ropa y mis cosas y me las mandas, me vengo a vivir aquí, le prometí a mi padre, que iba cuidar de mi familia.
Los ojos de María estaban vidriosos.
Irene: No puedo permitir que él se entere, y menos que reclame algo.
María: Creo que deberías de decírselo.
Irene: No, él ha pasado, y yo te juro que pasare de esto que hemos ttenido.
María: Irene, eso es un poco..
Irene: No, si tu estuvieras donde estoy yo, lo haría, por ti y por el hijo que esperas.
María: La verdad que la respuesta que me dio Ibi, no me la esperaba porque antes había estado muy mal, pero algo le hizo un “clic”.
Irene: Ya esta dejemos el pasado en su sitio.
Karen se acercó.
Irene: Hola mamá.
Karen: ¿Cómo estás?
Irene: Muy mal.
Karen: Esta mañana pedí cita para la ginecóloga, hay que ver como está el bebé.
Irene: Vale.
María: Voy al servicio, ¿Dónde está?
Karen: Te acompaño.

Irene.

Necesito tranquilad, y mucho descanso, y dejar mis ideas claras.
Me voy a ir donde siempre, necesito paz.
Irene: Mamá, ahora vengo.
Karen: ¿Dónde vas?
María: ¿Te acompaño?
Irene: Necesito estar sola, no tardaré mucho.
María: Ten cuidado.

Irene.
Salí de allí, sin ganas de nada, tan solo de llorar, supongo que asi es la vida, unos vienen y otros se van, mientras que lloras se pasa el tiempo y se supone que te relajas.
Pero yo quiero mi vida de antes, todo era bonito, todo perfecto, pero tan sólo era un espejismo, lo
peor ha pasado, porque no soportaría más cosas malas. Si al menos supiera que tengo alguna posibilidad,
creo que cuando vi a María tenía esperanza de que él viniera y me apoyará en los momentos tan
duros por los que estoy pasando pero, después de hablar con ella se podría decir que me he
enfadado con él por nada, cuando en verdad lo único malo que ha hecho es haberme dejado sola
en este momento, ya no pido que fuera venido como un novio, sino como m amigo, él que ha
sido durante casi toda mi vida.

Irene: En realidad, él no sabe aun lo que yo lo quiero, ya que él amor no se puede demostrar con palabras. Es que siendo como es él es suficiente, él ilumina mi mundo como nadie.

Desde que salí del cementerio sin darme cuenta de a donde iba llegue a mi sitio de siempre, a mi lugar de descanso, me senté en el suelo, mirando al horizonte, donde se podía ver todo el barrio.
Cerré los ojos y lloré todo lo que mi corazón quería, no podía parar, mi vida se había torcido en una semana, la suerte no estaba de mi lado.
Irene: Le necesito aquí y ahora, me hace sentir débil, congelada y sin poder respirar.
Irene: Le quiero, le quiero mucho, y ya no está.
Mis lágrimas seguían saliendo, sin control alguno, en cierto modo mi cuerpo quería eso.
Mi padre no vería a su primer nieto, ni su bautizo ni nada, y quizás eso es lo peor, Adam tenía razón tengo que sonreír, voy a tener a un bebe precioso y su abuelo estará siempre con él.
Irene: Ibi…
Una gota cayó en mi cabeza, así que me levante y estaba decidida a irme, cuando me giré.

Ibi: ¿Podríamos caer una vez más, no? –Dijo mientras se secaba las lagrimas.

domingo, 15 de julio de 2012

Capitulo 42. Todo se soluciona menos la muerte, y ella ya ha venido.

Ibrahim.

Habiba: ¿Qué tal estas?
Ibi: Pues bien, aburrido, como siempre ¿Y tu?
Habiba: Aquí que me voy a arreglar para ir al hospital.
Ibi: ¿Qué te pasa? –Dije sobresaltado.
Habiba: Tranquilo, que para mi no es, el padre de Irene, le ha dado un ataque al corazón, ¿Lo sabias no?
Ibi: No sabía nada…
Habiba: Que raro, ayer la vi subiendo las escaleras, estaba muy conmocionada, pobre, deberías de llamarla.
Ibi: Ahora me tengo que ir, así que ya hablamos mamá, te quiero.
Habiba: Adiós y cuídate.

Colgué y sentí la necesidad de hablar con ella, por eso no la volví a ver después de todo aquello, lo tendrá que estar pasando fatal.
Se me encogió el corazón, tengo que verla. Ya.
Me levante y sonó el timbre.
Ibi: ¡Hola!
María: ¿Está Irene?
Ibi: ¿Irene? No, no esta. –Dije triste.
María: ¿En su casa verdad?
Ibi: En Holanda, a su padre le dio un ataque al corazón.
María: ¿Puedo pasar?
Ibi: Si, claro, te lo iba a decir ahora mismo.
María entró y tomó asiento.
Ibi: Resulta que antes de ayer me llamo Helena, y me dijo que tenia que decirme algo, llego a mi casa, y yo fui al servicio y en esos momentos llego Irene, y vio que estaba Helena en mí cama, en ropa interior.
María: ¡Lo sabía!
Ibi: Total que nos enfadamos y ella se fue, y hace nada mi madre me ha llamado y me ha dicho que su padre esta en el hospital, porque le hadado un ataque al corazón.
María: Lo sabia, es que, vaya zorra.
Ibi: No me esperaba eso, la verdad.
María: Aunque quiera estar enfadad con ella, no puedo…
Ibi: A mi me ha jodido eso, pero en parte también le entiendo.
María: Tengo que ir a verla.
Ibi: ¿La llamo?
María: Si, por favor.
Busco por las llamadas recientes y llamó.
Nadie cogía el teléfono y tan solo daba señal pero no lo cogió.

Mientras tanto en el Hospital.

Steve: Irene, tu móvil ha sonado.
Irene: Ya voy.
Irene estaba en el servicio de la habitación, ver a su padre ahí en la cama, siempre tenia una sonrisa y ahora tan solo esta sufriendo ya que tuvieron que partirle algunas costillas para reanimarle a causa del ataque al corazón.
Con un pañuelo me seque las lagrimas y salió.
Irene: Vamos a ver quien ha sido.
Steve: Ha sonado un par de veces.
Irene se dirigido para su móvil y comprobó que eran llamadas de Ibi.
Se le cambio totalmente la cara y una lágrima salió sin permiso.
Steve: No llores, sabes que no me gusta verte así.
Irene: Yo, yo, le quiero mucho, pero…
Steve: Irene si de verdad dices qué él lo es todo, perdónale.
Irene: Pero si me eng…
Steve le cortó.
Steve: Cuando mi nieto nazca, quiero que su padre este con él. Lo quieres y él te quiere, el orgullo no es bueno.
Irene: Pero…
Steve: Tengo que decirte que os quiero muchísimo, que sois lo mejor que me habéis pasado en la vida y que vaya donde vaya estaréis conmigo en todo momento, porque sois mi vida y creo que  pronto os llevaréis una sorpresa…
Irene: ¿Papa? ¿Una sorpresa?
Steve: Hazme caso y se feliz. Que la vida son dos días y ya vamos por el segundo…
Irene: Te quiero muchísimo
Steve: ¿Cuidaras de mama y Adam, si yo falto?
Irene: Eso ni se dice, siempre estaré con ellos. Pero creéme que los cuidaras tu.
Cerré los ojos y le abrace.
Irene: Gracias papa, que sepas que te quiero mucho.
De pronto empezó a pitar la maquina que tenia conectada, y el ritmo del corazón se fue acelerando y de pronto aparecieron dos médicos y me sacaron de la habitación.
Se escuchaba gritar a algún medico, mi madre estaba que no sabia por donde andar ya.
Adam estaba con las lagrimas en los ojos, y a los diez minutos salió el medico.
Medico: ¿Son ustedes los familiares de Steve?
Karen: Si, soy su mujer, y ellos sus hijos.
Medico: La verdad es que le ha dado un ataque al corazón, he hecho todo lo que ha estado en nuestras manos, pero su corazón estaba muy débil, lo siento pero su marido ha fallecido.
Esas palabras hirieron de muerte a los tres.
Irene: No puede ser, no puede ser.
Medico: Lo siento.
Adam: ¿Puedo verlo?
Medico: Ya mismo.
El medico se marcho y todos estaban llorando sin parar, Habiba llego al hospital en ese justo momento.
De los ojos de Irene tan solo salían lágrimas.
Habiba: Lo siento mucho cariño, piensa que así no sufre más.
Irene: Pero es que dios, es mi padre…
Habiba: Tranquila, ¿Quieres comer algo?
Irene: No, no, voy al servicio.
Habiba tenia que hablar con Ibi, para contarle, la mala noticia, que el padre de su gran amiga había muerto.
Ibi: Dime mamá, tengo prisa..
Habiba: El padre de Irene ha muerto.
Ibi: ¿Qué?
Habiba: Esta muy mal llorando sin parar, esta rota.
Ibi: ¿Cuándo ha pasado?
Habiba: Hace 20 minutos.
Ibi: Vale, mama lo siento tengo que irme, luego hablamos.
Mientras tanto en casa de Ibi.
María: ¿Qué ha pasado?
Ibi: Se ha muerto el padre de Irene.
María: No puede ser cierto.
Ibi: No se, que hacer.
María: Yo me tengo que ir a verla, ¿Dónde vive?
Ibi: Te apunto la calle.
María: ¿Vienes?
Ibi: He pasado de página.
María: Pero si…
Ibi: Lo siento.
María salió de casa de Ibi y se fue en busca de un billete para Holanda.
Sabía que tenía razón en cuanto a Helena, pero era su amiga y tenia que estar a su lado en los malos momentos.

Capitulo 41. +¿Para que sirven los problemas? - Para hacerme más fuerte.

Ibrahim.

La rutina de siempre, me levanto, desayuno, me aseo y para el entrenamiento, pero hoy, tanto como ayer, no era igual que siempre…
Desde que paso eso con Irene, estoy como apagado…
Y espero que mis compañeros no se den cuenta, porque no soportaría a todos encima de mí como si me hubiera muerto o algo por el estilo.
Conforme que llegue a la Ciutat deportiva del Barça me paré a firmar un par de autógrafos y acto seguido me metí para dentro, el entrenamiento empezaba en 20 minutos.
Quite la música del coche, cogí mi neceser, y para fuera.
Iniesta: ¡Buenos días! –Me saludo.
Ibi: Hola Andrés –Le sonreí
Cruce el pasillo, y al vestuario.
La verdad es que apenas tenía ganas de hacer nada, pero era mi trabajo, y es lo que hay.
Tello: ¡HOLA! –Me grito al oído.
Ibi: ¡Idiota!
Tello: Pero bueno, ¿Y esos humos?
Ibi: No me pasa nada.
Tello: Si que te pasa.
Ibi: No me pasa.
Tello: Que si, que tu siempre estas sonriendo, y hoy tienes una cara rancio que echas para atrás.
Ibi: Pues será que todos los días no puede ser uno feliz.
Tello: Ya…
Ibi: ¿Algo más?
Tello: Nada más, tu tranquilo, ya me enteraré.
Ibi: Suerte.
Primera prueba superada, la verdad es que se notan que son mis amigos, se preocupan por mí, pero hay a veces que no quieres amigos, porque los problemas los tienes que afrontarlos sólo.
Pero bueno, me tendré que cambiar para entrenar.
Pedro: Lo siento… -Me abrazó
Ibi: ¿El que sientes?
Pedro: Lo de Irene…
Ibi: ¿Cómo te has enterado?
Pedro: Alexis, ha cortado con Michelle, por lo de su prima, resulta que eran unas busca fama.
Ibi: Gracias –Me senté
Pedro: ¿Dónde está?
Ibi: No lo sé, no tengo ni idea, desde que se fue no se nada de ella…
Pedro: María esta muy mal.
Ibi: Creo que lo peor de todo, ha sido que ha desconfiado de mi.
Pedro: Es que si la vio en tu casa casi desnuda, pues desconfiaría hasta yo.
Ibi: Lo se, pero sin pruebas.
Pedro: Hay que reconocer que se lo montó bien la tía esa eh.
Ibi: Pues si, pero ya sólo puedo pasar de pagina y mirar para el frente, Irene tan sólo era…
Pedro: ¿Tu alegría? ¿Tu vida?
Ibi: Todo eso –Dije desmoronándome sentimentalmente.
Pedro: Volverá. –Me dio una guantada en la espalda.
Terminé de vestirme y me fui a despejarme mientras entrenaba.

Irene.

Karen: Sólo eso por ahora, ¿Vale?
Irene: Vale, ¿Dos cajas no?
Karen: Si, sólo dos, porque las pastillas me las tengo que tomar, porque sino puedo morirme con el dolor de cabeza.
Irene: Vale, voy para la farmacia, ahora voy al hospital a ver a papá.
Karen: Vale, te quiero..
Irene: Y yo.
Colgué.

Irene: Adam, que voy a por unas pastillas para mamá ahora vengo.
Adam: ¿Te llevo?
Irene: No, quiero ver como está todo esto…
Adam: Cómo tu quieras.

Baje del bloque de pisos, y me fui para la farmacia, la verdad es que estaba casi todo igual, menos el parque, que estaba reformado.
Iba tan entusiasmada viendo todo, que me choqué con alguien.
Irene: Lo siento, lo siento, iba en mi mundo.
X: No, tranquila, tan sólo se me ha caído la fruta.
Me agache y empece a recoger las piezas de frutas.
X: No pasa nada, ya las cojo yo.
Irene: No, no ha sido mi culpa, si tiene alguna rota, voy y se la vuelvo a comprar, de verdad que no era mi intención…
se, déjalo, no pasa nada… X: Lo
Irene: No levanto cabeza, me salgo de una y me meto en otra. –Me puse la mano en la cabeza.
X: ¿Me dejas la mano?
Irene: ¿La mano? Em si, claro
X: Lo siento, por lo de tu relación sentimental, va a ser duro criar a un niño, sóla.
Irene: ¿Un niño? Repite es que no me.. ¿Qué?
X: Estás embarazada…, aparte de que tu cuerpo está cogiendo forma, las cosas te afectan más…
Irene: No puedo estar embarazada, lo siento
X: Yo siento que sí, pero no se, me puedo equivocar..
Irene: Bueno me tengo que ir, gracias por eso…
X: Recuerda, todo tiene solución menos la muerte.
Seguí adelante, para la farmacia, esto a sido un poco raro, ¿Qué digo un poco? Muy raro…
Pero la verdad es que llevo un par de meses ya, que como bastante…
Lo mejor será que me compre un test de embarazo.
No tarde nada en llegar a la farmacia, y pedir lo que me hacia falta…
De vuelta a casa, pensé en lo que podía ser mi vida, si por un casual estuviera embarazada, y también pensé en lo que dijo la mujer “Lo siento, por lo de tu relación sentimental, va a ser duro criar a un niño, sola”
Es cierto, estoy sola. No quiero ser una madre soltera, y no podría verle a cara a Ibi, ¿Y como le diría que estoy embarazada?
Entre tanta preocupación llegue a la puerta del piso.
Toque y salió Adam.
Adam: Me voy al hospital ¿Vienes?
Irene: Pues si te paras 15 minutos si.
Adam: Vale, comeré algo entonces.
Me fui para el servicio, y saque el test del bolso, leí las instrucciones y las segui paso a paso…
Irene: 4 minutos, 4 minutos…
Tocaron la puerta del servicio.
Adam: ¿Te queda mucho?
Irene: 4 minutos..
Adam: ¿Estas bien?
Irene: Em, si, claro…
Adam: Vale, te hago un bocadillo.
Irene: Como quieras…
El tiempo parecía que pasaba lentísimo, cada vez que miraba el reloj tan solo pasaban segundos, y empezaba a ponerme nerviosa, y es que un hijo lo cambia todo, y este niño si nace, no tendrá padre, porque yo no pienso volver hablar con Ibi, así que tendré que venirme a vivir Holanda, porque no podría ver la cara a Ibi todos los días.
Baje la mirada al predictor.
Irene: Voy a ser mama. –Sentí como si mi cuerpo perdiera toda la voluntad y fuerza y caí al suelo.
Adam que escucho el golpe abrió y eentro corriendo para ver que me había apsado.
Adam: ¡IRENE! Gritaba mientras daba pequeños golpes en la cara.
Y cuando se quisó dar cuenta de lo que había al lado de su pie izquierdo yo estaba recuperando el sentido.
Adam: ¿Un predictor?
Irene: Vas a ser tito.
Adam: No puede ser cierto…
Irene: ¿Qué hago, yo ahora?
Adam: Bff, levanta.
Irene: Tengo que abortar, él no puede vivir así.
Adam: Calla, vamos a ver a papa.
Me levante con cuidado y me fui a tomar algo con azúcar, seguro que se me bajo la tensión.
Adam no paraba de mirarme raro y extrañado, voy a ser mamá.
Cuando por fin paso el mal momento llegue al hospital y antes de decirle a mi madre que iba a ser abuela entre a la habitación de mi padre.
Irene: Hola papa –Le cogió la mano.
Steve: Cariño, ¿Qué tal estas’
Irene: He estado mejor…
Steve: Y yo.
Irene: Quería decirte una cosilla, papá.
Steve: Dime cariño.
Irene: Vas a ser abuelo.
Se le abrieron los ojos como platos y vi como se ponían vidriosos, su mano agarraba fuertemente a la mia, y me dio un gran abrazo.
Irene: Me acabo de enterar.
Steve: ¿Quién es el afortunado?
Irene: Bf papá, esto es lo más difícil de todo.
Steve: Sientate, y me lo cuentas.
Irene: Cuando me fui de aquí, me quede un par de días que casa de Ibi, y bueno allí, empezó algo a crecer en él, y a salir en mi caso, ya que a mi siempre me ha gustado.
Steve: Siempre he dicho, que iba a ser mi yerno.
Irene: Pues siempre estábamos enfadados, y llego el momento en el que me fui a mi actual casa, se ve que el sentiría algo por mi y se compro un gato el cual lo llevo a la clínica en la que yo trabajo. Y bueno a partir de una cosa llevo a la otra y estuvimos saliendo, hasta hace 3 días que cortamos porque una “amiga” se acostó con él, llegue a su casa y la vi semidesnuda en su cama, y él no lo negó, tan solo dijo que para que decir que no, si voy a pensar que si.
Steve: Irene, si el niño que esta creciendo en ti es suyo, creeme que no querra nacer sin padre.
Irene: Lo se, asi que he pensado que será mejor abortar y hacer como si nada hubiera pasado.
Steve: ¿Vas a quitarle el derecho de la vida a tu hijo?
Irene: Papa…
Steve: ¿Eso te he enseñado yo? ¿A ser una cobarde? Hay que luchar por las cosas realmentes importantes de la vida, y tu hijo y el padre lo son.
Irene: Si yo lo se, pero no tenog fuerzas.
Steve: Si de verdad de importa, sacaras la fuerza de debajo de las piedras, ¿Me escuchas?
Irene: Si.
Steve: Bueno pues ve y le dices a tu madre que estas embarazada, seguro que le alegras la vida. A mi me has alegrado la poca que me queda en serio.
Irene: No digas eso, si veras casarse a tu nieto.
Steve: Ojalá.
Irene: Verás como si.
Me abrace como nunca lo hice a mi padre y allí me quede un rato hasta que mi madre con su voz, me despertó.