martes, 16 de octubre de 2012

Segunda temporada, capitulo 48.


-Ibrahim-

Estábamos en la consulta de la ginecóloga, mi madre al final de después de tanto insistir acepto acompañarnos, tenía a mi derecha a Irene y a la izquierda a mi madre, miraba para el frente.
No había mucha gente en la consulta así que estaba todo en silencio.
Una chica alta rubia se acercó hasta nosotros y nos avisó de que nos tocaba ya.
Nos levantamos y entramos hacía la consulta.
Mi corazón se iba a salir de un momento a otro, pero Irene me agarró de la mano y eso hizo que me tranquilizará algo.

Sandra: Buenos días, a los tres.
Todos le devolvimos el saludo.
Sandra: ¿De cuantos meses estás ya?
Irene: Pues casi 4 meses y medio.
Sandra: Uh pues entonces vamos a ver como está el bebé.
La chica se levanto.
Sandra: Venid que vamos hacerte una ecografía.
Todos nos levantamos y fuimos hacía la habitación de al lado donde estaba todo preparado.
Sandra: Túmbate y tranquilízate  ahora estará el liquido este frío pero tranquila.
Irene se subio la camiseta y la chica le echo una crema transparente.
Encendió el ecograma y se vio todo oscuro.
Sandra: ¿Qué queréis que sea? –Me miró sonriendo.
Irene: Una niña.
Ibi: Yo un niño, siempre me ha hecho ilusión uno…
Empezo a pasar el objeto grisáceo por toda la tripa de Irene, se pudo ver al bebé.
Sandra: Mira está de buena postura…
Irene: ¿Qué és?
Sandra: Una niña, ¿lo veis?
Habiba: Oh que bien una niña…
Irene sonrió.
Ibi: Pues a por el niño después.
Irene: Si, tu espera a tener esta y después hablamos.
Ibi: Bueno, ¿Y como está?
Sandra: La verdad que para estar de 4 meses y medio está muy bien, todo correcto, de todas formas ahora os explicaré todo más detalladamente.
Sandra: Toma límpiate. –Le dio un par de toallitas.
Después de explicarnos todo más detalladamente, nos marchamos para casa.
Mi madre tenía una sonrisa en la cara, pero no sabía si de verdad había funcionado todo esto.
Irene iba en el coche embobada viendo las fotos que le habían sacado.
A las una o así llegamos a casa, y allí me subí ha cambiarme de ropa.

-Irene-

Irene: Yo se que esto es difícil de buscarle una solución, ya que usted tiene unos principios por su religión, pero después de toda una vida queriendo a su hijo, no voy a dejarlo marchar por lo que puedan decir.
Habiba: No es justo que le eduque con esos principios y en menos de un año los eché por tierra, ¿Lo entiendes no?
Irene: Lo sé, pero él es feliz conmigo, no me puedo ir ahora, y menos embarazada.
De pronto vi bajar a Ibi, con semblante serio.
Ibi: Mamá yo soy musulmán y hago lo que hay que hacer, rezo, hago el ramadán, pero no puedes decirme que deje a Irene, porque no lo voy hacer.
Irene: La niña se va a llamar Leila, es un nombre musulmán.
Dicho esto me fui para casa, no sabía que iba hacer ya para que Habiba me aceptara.

Mientras tanto en otro lado de Barcelona.

-Álvaro-

Álvaro: Es raro, porque me mandan cartas, mensajes, correos y tweets.
Weiss: Pero no te fijes en eso, ¿Qué sacas preocupándote?
Álvaro: Tú pareces que no entiendes nada, como se nota que no es contigo.
Weiss: Pero si yo me preocupo, ¿No me ves que cara de circunstancia se me ha quedado?
Álvaro: ¿Esa es cara de circunstancia? Yo creía que era de tonto, porque como la tienes siempre.
Weiss: Ahora le cuentas tus problemas a quién yo se, gracioso.
Se iba a ir pero le agarré del brazo.
Álvaro: No me dejes anda.
Weiss: Vale, pero porque me das penita…
De pronto nuestro entrenador, Pochettino, se acercó y nos dio una gran charla sobre nuestro comportamiento y que no era el mejor.
Ya a las dos nos dejo irnos a las duchas.
Weiss: Ya preguntaré a mi amigo haber si conoce a un abogado bueno y lo arreglas así.
Álvaro: Tío muy buena idea, ya me avisas eh.
Weiss: Sí, tu ten el móvil a mano.
 Me marché ya de allí que hoy quedé a dar una vuelta con unos amigos y aún tenía que comer.

-Ibrahim-
Habiba: ¿Te has enfadado conmigo? Es lo último que quiero…
Ibi: Mamá no es enfado, es estar molestado, porque ella me quiere, y tu la tratas así.
Habiba: Al principio si lo veía bien, pero creía que no iba a pasar más de salir.
Ibi: Pues te has equivocado…
Habiba: Leila es un nombre bonito.
Ibi: Sí, además lo ha elegido ella, yo no le dije nada, en vez de ponerle un nombre español, o holandés, lo pone de origen musulman.
Habiba: Es un bonito gesto sí.
Ibi: Ella no reniega de lo que soy…
Habiba: ¿Tú la quieres?
Ibi: Creo que la estapa esa de decir te quiero ya ha pasado, ahora pega más amar y esas cosas…
Habiba: Bueno no seré yo quién te jugué, ya eres mayor.
Ibi: ¿Eso es lo que creo que es?
Habiba: Sí.
Ibi: Te quiero mucho que lo sepas –Me abracé a ella.
Habiba: Leila, me gusta.

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