-Irene-
Hoy era el día en el que por fin sabría si Vero era mi
hermana.
Los resultados tardaron varios días y los enviaban a casa
así que decidimos quedar temprano.
Y por fin llegaron, los nervios me carcomían pero al
final los abrimos comprobamos que como
nuestro corazón decía, éramos hermanas. Por un lado fue un alivio y por otro un
caos, porque después de tantos años…
Ella me abrazo fuertemente y estuvimos así un par de
minutos.
Irene: Ibi, nosotras nos vamos a comprar ropa, en modo de
celebración ¿Vale?
Ibi: Vamos que me estás diciendo que yo no voy…
Irene: Es que es momento de hermanas.
Vero: Y tu no eres, ¿Notas la diferencia?
Irene: Ya empezamos.
Ibi: A mi no me ironices eh.
Vero: ¿Ironizar? Si no sabes lo que es eso.
Ibi: ¿Cómo que no?
Irene: Vámonos ya que os veo enganchados de los pelos.
Vero: Bueno voy para el coche, Irene ahora nos vemos allí
¿Vale?
Irene: Claro.
Vero se marchó para la calle, donde estaba su coche.
Miré a Ibi, estaba con la mirada perdida.
Irene: Sé que es duro asimilar esta noticia, pero hay
echarle un par de ejem…
Ibi: Ya, si yo quiero que seas féliz, pero conmigo
mayormente.
Irene: Lo seremos.
Me acerque a él y le bese.
Pero de pronto sonó su móvil.
Ibi: Creo que esto de ser felices va a costar eh.
Irene: Da igual, esta noche vengo y te hago una
visitilla.
Ibi: ¡SI!
Se levanto y cogió la llamada, yo me despedí de él con un
beso en la mejilla y me marche.
Salí de casa de él y me marché para el coche de Vero.
De allí nos fuimos al centro comercial donde estuvimos
comprando la mayor parte del tiempo, ella me explico todo lo que le había
pasado en su vida, y yo pues lo mismo.
-Ibrahim-
Me había llamado mi madre, dice que venía a pasar el fin
de semana aquí a Barcelona, fui a recogerla al aeropuerto y ya veníamos de
camino.
Ibi: ¿Bueno y tu sabes lo de Irene no?
Habiba: Sí ya sé que están saliendo…
Ibi: Bueno y algo más. –Dije totalmente ilusionado.
Habiba: ¿Algo más?
Ibi: Sí, mamá, está embarazada.
Habiba: ¿Qué? Hijo ella no puede estarlo.
Ibi: ¿Cómo que no?
Habiba: Ella primero debería de haberse casado contigo y
luego haber tenido el bebe, si es virgen. Ya lo sabes cariño.
Ibi: Mamá ese bebe es mío, y por lo de no ser virgen no
pasa nada.
Habiba: No, no te puedes casar con ella.
Ibi: Lo siento mucho pero la quiero mucho, y está
embarazada.
Habiba: Pues yo no apruebo esta relación.
Con esa frase que me martirizaba desde que la dijo,
llegamos a mi casa, allí le ayude a dejar las maletas.
Estuvimos discutiendo algunos minutos más, pero era para
nada.
A las once y media se marchó a dormir y justo llamé a
Irene para contarle lo que había pasado, necesitaba que lo supiese.
Nos fuimos a dar una vuelta.
Irene: Bueno cuéntame eso tan importante, como sea una
tontería verás.
Ibi: Pues hoy mi madre se ha venido ha pasar el fin de
semana, y le dije que si sabía lo nuestro…
Irene: Si…
Ibi: Y me dijo que sí, que sabía que estábamos saliendo,
le dije que también estabas esperando un bebe, y me dijo que no puede ser, que
no acepta lo nuestro.
Irene: ¿Esto es una broma verdad?
Ibi: No, no lo es.
Irene: ¿Cómo que no lo acepta, Ibi?
Ibi: No eres musulmana y no vas a llegar virgen al
matrimonio.
Irene: Pero tu tampoco, ¿Qué más da eso?
Ibi: Ya cariño, pero mi religión es así.
Irene: ¿Y porque no me has dicho todo esto antes de que tuviéramos
en marcha un bebe?
Ibi: Es lo que menos me preocupaba.
Irene: Pues aplausos por ti.
Ibi: Tiene que haber un forma de solucionar todo esto.
Irene: Pues yo no la veo.
Ibi: No se yo tampoco.
Irene: Vamos al ginecólogo y que venga ella también así
cuando ve a su nieto o nieta no le quedara más remedio.
Ibi: Buena idea, me gusta, eres perversa.
Irene: ¿Perversa?
Ibi: Vale sí, no se lo que es eso, pero ha quedado bien.
Irene: Llamo mañana y pido cita, no veo otra solución.
Ibi: ¿Y podremos saber si es niño o niña?
Irene: No lo se es el primer bebe que tengo…
Ibi: Bueno pues llama, corre.
Irene: Son las doce Ibi.
Ibi: Bueno pues no hagas nada.
Irene: ¿A que me vas a comprar un helado?
Ibi: Pero si ahora no hay nada abierto y encima es
invierno…
Irene: Por fi…
Ibi: Bueno venga vamos a buscar una tienda…
Irene: ¿A que le sale una mancha en forma de helado?
Ibi: Mmmm heladito…
Me dio una colleja que me hizo olvidarme de mis
pensamientos en cero coma.
Después de andar mitad de tiendas de helados o
cafeterías, las que estaban abiertas claro, por fin le pude comprar una pequeña
tarrina de helado.
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