martes, 19 de marzo de 2013

Capítulo final.


[Irene]
El día más feliz de mi vida, tantos días que vas guardando en tu memoria y que piensas que jamás habrá otro que lo supere…
Toda una vida, soñando con este momento, el momento en el que te unes a la persona más importante de tu vida.
Y mientras a pie de nosotros la personita que me ha cambiado espera, me espera, bueno, nos espera.
Se terminó la ceremonia y salimos para fuera, había bastante fans, esperando a sus ídolos.
Ibi me agarró la mano, pude ver como traía cogida a Leila.
Estaba preciosa con su vestido rosa de volantes de gasa, tenía una sonrisa preciosa, todos la tenían.
María: ¡Felicidades! Señora Afellay…
Iba a llorar, eso es lo que yo quería, desde siempre…
Ibi: Eh, eh, ya está eh.
Irene: Leila, ¿Te vienes con mami?
Extendió los brazos en contestación a mi pregunta.
Le agarré y le di muchos besos, tenía unos mofletes gorditos.
Ibi: Que envidia –Se rio
Estuvimos un rato más por allí, pero en apenas 20 minutos nos fuimos para el jardín donde celebraríamos la boda.
Jugaba con el anillo en el dedo, sonreía al recordar todo.
Ibi: ¿Estás bien?
Irene: Claro, perfecta.
Ibi: Me alegro, ¿Sabes que te quiero, no?
Irene: Lo sé, de verdad.
Nos llevaron hasta casa, para cambiarnos de ropa.
Leila se marchó con María y Vero.
Subí arriba a por el otro vestido que preparé azul cielo…
Ibi subió también y empezó a cambiarse.
Irene: Esto es tan genial, que sé que no puede ser verdad…-Dije sentándome en el filo de la cama.
Ibi: Es verdad Irene, lo es, créetelo, asúmelo.
Irene: No puedo, es todo perfecto, algo tiene que pasar…
Ibi: ¿Más? ¿En serio? Parece que no has tenido bastante con los de Blanca, la muerte de tu padre, la depresión post parto en fin… lo de tu hermana…
Irene: Ya, pero…
Ibi: No, ni pero ni nada, hoy no puedes pensar en eso, en las cosas malas, vive la vida día a día, ahora estamos juntos en todo, ¿Vale?
Irene: Ibi…
Ibi: No, escúchame, ahora tus problemas son los míos, no quiero verte llorar ni una vez más y menos hoy, a no ser que sea de alegría, ¿No ves que me haces daño a mí? Tenemos una niña, una casa, nos queremos, nos quieren.. ¿Por qué, pensar en lo malo que va a venir? Como si no hubieras tenido ya suficiente, ahora toca ser feliz, por favor Irene, me enamoré de la que no  paraba de gastar bromas, no de la que es negativa.
Irene: Vale, está bien, pero es que…
Ibi: Que nada, Irene, ponte el vestido y vámonos, tenemos que celebrarlo, ¡Rápido!
Me levante de la cama, y me puse el vestido, junto con los tacones.
Irene: Ibi…
Me miró y sonrió.
Ibi: Sé que me quieres Irene, no hace falta que me lo digas para saberlo…
Sonreí al saber que me conoce demasiado bien.
Ibi: Aunque a veces pueda parecer tonto y así, sabes perfectamente que lo que siento hacía ti, no es ninguna tontería, gracias por hacerme feliz, gracias por haber tenido una niña tan bonita, y gracias por luchar por ella, pasar lo que has pasado no es fácil y lo sabes, ahora quiero felicidad, tenemos todo para serlo, sólo hace falta querer serlo, dime que lo quieres, que quiere ser feliz junto a mí y a Leila, dímelo.
Irene: Quiero serlo…

FIN


"Lucha por tus sueños, nosotros somos los únicos que decidimos si se puede o no... ojalá no tengas que lamentarte con los años por no haber sido capaz de luchar por lo que realmente querías.."

jueves, 21 de febrero de 2013

Capítulo 57.


[Ibrahim]
Estábamos esperando a que nos llamaran, me tenía la mano agarrada con fuerza.
Intenté que se arreglara lo mejor posible, su imagen estaba un poco “demacrada” ya que perdió peso y el brillo de piel habitual que lucía.
Irene: ¿Para que venimos?
Ibi: Nada, para ver como estas.
Irene: Muy bien no, tampoco hay que sacarse una carrera para deducir eso.
Ibi: Eso si es cierto…
Sin poder terminar mi frase un chico joven nos llamó para entrar a la consulta.
Nos sentamos en las sillas que había.
Doctor: Buenas tardes, Cuéntenme
Ibi: Bien, pues hemos tenido una niña hace poco y desde entonces, esta triste, muy irritable, distante con la niña, miedo a ella incluso.
Doctor: ¿Has perdido peso verdad?
Irene: Sí, al menos 10 kilos..
Ibi: Hemos tenido muchas peleas porque no quiere a la niña… y somos primerizos no sabemos cómo va todo esto.
Doctor: Tiene depresión post-parto.
Ibi: ¿Y qué hay que administrarle?
Doctor: Pues unas pastillas que te voy a recetar ahora, pero tranquilo en un plazo de dos semanas si se toma las pastillas, todo volverá a ser como antes y podréis disfrutar de vuestra hija.
Irene: Siento cosas distintas al día del parto…
Doctor: Es normal, pero tranquilícese, los niños se caen, se hace chichones, se ponen malos, no tienen por qué tenerla tan cuidada, no os pongáis limites tan altos…
Ibi: Está bien…
Tardó otro rato más en explicarnos lo correspondiente a la medicación.
Cuando salimos Vero empezó a llamarme.
Ibi: Dimeeeeeee
Vero: ¿Qué le han dicho?
Ibi: Que está embarazada –Me empecé a reir.
Vero: ¿Qué? Pero..pero..
Irene: ¿No tenía depresión? –Me dijo bajito…
Ibi: Es que quiero al niño, alguien tiene que heredar mi habilidad futbolística..
Vero: Te mato, deja ya de embarazar a mi hermana, ¿Sabes?
Ibi: Es mi novia…
Vero: Y mi hermana, ¿Qué quieres un equipo de futbol para ti?
Ibi: JAJAJAJAJAJAJAJAJAJJA Que es broma, ¿Cómo la voy dejar embarazada?
Vero: No lo se, conociéndote…
Ibi: Vamos a dejarlo anda, voy a ir a comer con ella, la niña está en casa de María, por si te quieres pasar.
Vero: Que susto me has dado, madre mía, vale ahora me paso que le he comprado ropita…
Ibi: ¿Rosa?
Vero: Y verde clarito más bonita.
Ibi: A las cinco te llegas a casa, ¿Vale?
Vero: Vale, venga dale un beso a mi hermana de mi parte. Hasta luego.
Irene: Tengo ganas de Paella…
Ibi: Me gusta, y jamón, ¿Vamos a comer?
Irene: Bueno, venga.
Fuimos hasta un restaurante en primera línea de playa, allí nos sentamos a pedir.
Ibi: Irene…
Irene: Dime –Estaba aún mirando al mar…
Ibi: Después de tanto tiempo, y de tantas cosas, creo que es hora de que te pregunte algo…
Irene: Claro, dime.
Giró la cara y me miró, con esos ojos que… que me recordaban a ese día en los columpios.
Ibi: ¿Te quieres casar conmigo?
Irene: En Octubre del 98 creo, estábamos en el parque, tú estabas ahí saltando para atrás, y yo te decía que no, que no lo hicieras más que te ibas a caer y te ibas hacer daño.
Ibi: Sí…
Irene: Bueno pues al final te caíste y perdiste el conocimiento, había deseado tanto que me hicieras caso, que te fijaras en mí, pero no lo hacías seguías a lo tuyo, la perseverancia que tenía, la ilusión de que algún día me dijeras que me querías…
Vi como unas lágrimas empezaron a salir por sus ojos, oh no…
Siguió hablando y llorando…
Irene: ¿Sabes cuantas veces he soñado con esto Ibi? Yo te quiero mucho, así que sí, quiero casarme contigo.
No podía moverme de mi silla, estaba pegado a ella, ni un solo musculo de mi cara se movía, tan solo pensaba en todo, y en daño que le he hecho.
Ella se levantó y se sentó justo a mi lado.
Irene: No sabes ni si quiera las ganas que tengo que eso pase, te quiero, y mucho…
Me abrazó, y por fin pude complacerla con mi tacto.
Ibi: Yo lo siento por todo, pero no pienses más en eso por favor, ahora en nosotros y en la niña ¿Vale? Leila quiere a su madre buena…
Irene: La tendrá.
Se acercó a mi labios, me besó después de no sé cuántos días, no recordaba lo feliz que me hacía ese simple gesto. El gesto de saber que por fin ha vuelto, y que ahora podrá ser más mía que antes.

lunes, 7 de enero de 2013

Capitulo 56.


*Mes y medio después*

Ibi: La niña tiene hambre Irene, ¿Le doy el biberón?
Irene: Me da igual haz lo que quieras…
Ibi: ¿Cómo que haga lo que quiera Irene?
Irene: Pues eso, me da igual lo que hagas.
Ibi: ¿Qué te pasa? Estás insoportable.
Irene: Encima soy yo, la culpa a mí, no a la niña esa, que nada más que llora.
Ibi: ¿Cómo que la niña esa?
Irene: Que me olvides, hazme el favor.
Irene se subió para su habitación, no para dormir ya que hacía días que ni dormía mucho ni comía.

[Ibrahim]
Dejé a la niña medio durmiendo y cogí el móvil.
María: Dime.
Ibi: María, ¿Puedes venir?
María: Claro, además estoy al lado.
Ibi: Gracias.
Colgué el móvil y de nuevo cogí a la niña y le hice el biberón.
Debería de beber leche de la madre, pero ella no está por la labor.
No sé que le pasa, hace ya más de unas semanas que estaba muy antipática, se irrita con facilidad y lo peor de todo, apenas coge a  Leila.
Lo cierto es que María apenas tardo en llegar.
Ella como acto reflejo cogió a la pequeña y empezó a darle mimos.
María: ¿Dónde está  la mami?
Ibi: No sé que le pasa, no le da de comer y pasa de ella.
María: ¿Qué dices?
Ibi: Lo que oyes, me tiene harto.
María: ¿Come?
Ibi: Nada.
María: Es que llevo sin verla lo menos 2 semanas, he tenido mucho trabajo.
Ibi: Sube haber si quiere algo…


[María]
Subí tan rápido como pude, que quede congelada al verla sentada en la cama.
María: Ireneeeeeee…
Irene: Hola, ¿Qué haces?
Pude comprobar que había adelgazado bastante, estaba más delgada incluso que antes del embarazo.
Irene: ¿María?
María: Ah, nada que he venido a veros, estas semanas he estado a tope de curro.
Irene: Te he echado de menos.
Vi como se acercó a mí y me abrazó.
María: ¿Qué te pasa?
Se soltó de mi y se sento en el filo de la cama.
Irene: No tengo ganas de nada, la niña nada más que llora, y el tonto de Ibi nada más que me dice que si la niña esto y que si la niña lo otro, me tiene harta, maldita sea.
María: Pero tienes que ser feliz, tienes todo lo que has soñado.
Irene: No, yo no quería tener niños tan pronto…
María: Ya Irene, pero hay que atenerse a las consecuencias.
Irene: Llevo casi 3 días sin dormir bien, y no tengo ganas de comer, que asco de todo.
María: Pero bueno, venga que has tenido a una niña muy guapa…
Irene: Ayer me dejo Ibi sola con la niña y de pensar que se podría caer, me entraron ganas de llorar, yo no puedo vivir así María.
De verdad os digo que no puedo escuchar esas cosas.
Con lo feliz que estaba de tener a la niña y ahora así, sin ganas de nada.
Y lo peor de todo sin ganas de ella.
María: Voy a pedir cita para el médico, haber si es que tienes algo, yo que se…
Irene: Tengo ganas de todo menos de estar con ellos, eso es.
María: ¿Cómo puedes decir eso Irene?
Irene: No se, no se, déjame, vete por favor.
Le hice caso y me marché para abajo.
Ibi: ¿Qué te ha dicho?
María: Esta super dejaba, y delgada y sin ganas de nada.
Ibi: Yo también estoy cansado pero no puedo dejar sola a la niña.
María: A mi me la podéis dejar.
Ibi: Encima mi madre quiere venir a ver a la niña, pero no quiero que venga por Irene.
María: Entiendo…
Ibi: Me tiene descolocado, ayer me fui a comprar comida y cuando viene estaba llorando ella y la niña, ¿Sabes como me sentí?
María: Me lo imagino, pues eso, si quieres me puedo venir esta tarde, e intento animarla.
Ibi: Gracias…
María: Llama ahora al medico creo que será lo mejor.
Ibi: Si, llame esta mañana, en 3 horas tengo cita.
María: Perfecto, pues dame a la niña que me la llevo a casa.
Ibi: ¿Seguro?
María: Sí, prepara las cosas.

[Ibrahim]
Recogí todo lo que hacía falta y lo metí en el bolso, le ayude a meter las cosas en el coche y me despedí de las dos.
Me senté un poco en el sofá y me acorde de Irene, así que le subí algo de comer.
Irene: ¿Qué es eso?
Ibi: Un sándwich, toma, come.
Irene: No tengo hambre.
Ibi: Irene, hazlo por mi, hazlo por nosotros.
Irene: Está bien.
La miraba mientras se metía en la boca los pedazos de bocadillo.
Irene: ¿Me quieres?
Ibi: Claro, pero, deberías de hacer caso a Leila, tu eres su madre.
Irene: ¿Y si se me cae?
Ibi: No se te caerá
Irene: ¿Donde está?
Ibi: María se la ha llevado…
Irene: Ah, bueno, ¿Cuándo la trae?
Ibi: Luego iremos a por ella tranquila.
En el fondo la quería, se preocupaba por ella pero había veces que bueno, mejor dejémoslo.
Irene: No sé que me pasa, pero sé que estas harto de mi, lo siento.
Ibi: No pasa nada, es normal.
Me acerqué a ella y le abrace.
Parecía tan poca cosa en este momento, estaba indefensa, nada del genio que tenía hace apenas 4 meses ni esa sonrisa que siempre tenía.

domingo, 6 de enero de 2013

Capitulo 55.


[María]

Pedro: Entonces no es una broma…
María: Me temo que no, pero bueno, ya te he dicho que no le volveré a ver más.
Pedro: No entiendo porque me has hecho esto, yo creía que me querías…
María: Y te quiero, pero hemos tenido una mala temporada y apenas me hacías caso, y cuando me lo hacías siempre acabábamos discutiendo.
Pedro: Encima Álvaro, si ya ese chico no me caía bien, imagínate ahora.
María: Ya Pedro, todo paso, no pienso volver a verle, además termine con su caso y no tengo porque volverle a ver.
Pedro: María yo esto no me lo esperaba de verdad.
María: Te vuelvo a repetir que simplemente hemos quedado para hablar y ya esta, no ha pasado nada entre los dos.
Pedro: ¿Y como podías estar tranquila sabiendo que me engañabas?
María: ¿Y como podías dormir tranquilo sabiendo que no éramos felices?
Aquello no estuvo bien de mi parte, pero es que se encerraba y no dejaba espacio para reflexionar.
Se marchó de allí muy enfadado, quizás decepcionado por mi parte, pero hay cosas que no controlo, y el haber sentido algo por Álvaro, no lo controle, pero tampoco me arrepiento de ello.

[Pedro]

Me fui del hospital lo más pronto posible, tenía que hablar con Álvaro, lo malo es que no se donde vive, bueno quizás María lo tenga apuntado en sus datos.
Sí, sé que está mal, pero peor está perderla.
Me sentía un poco avergonzado de tener que registrar las cosas de ella, pero no me quedaba otra cosa que hacer.
Como ya bien dije, y pensé, la dirección estaba en la ficha de contacto.
Me la apunte en un papel y me fui hacía allí.
Si él no estaba, esperaría, pero de hoy no pasaba.
Toque el timbre de su casa, y apenas unos segundos me abrió la puerta.
Álvaro: Hostia, Pedro.
Pedro: Venía hablar contigo, ¿Puedes?
Álvaro: Claro, es una sorpresa.
Él se apartó para que pudiera pasar para el interior de la casa.
Nos sentamos en un salón que bueno estaba muy bien.
Pedro: Mira, yo no se que os habrá pasado pero yo la quiero.
Álvaro: No se de que me hablas.
Pedro: De María.
Álvaro: ¿Mi abogada?
Pedro: Y mi novia…
Álvaro: ¿Cómo que tu novia?
Pedro: Sí, ella es mi novia, y me ha dicho que habéis quedado y bueno ha empezado a sentir algo por ti…
Álvaro: Es que en serio, yo no sabía que ella era tu novia, si no..
Pedro: ¿Tú sabes el trabajo que me costo tenerla?
Álvaro: No lo se…
Pedro: El miedo que pase a que me rechazará, y bueno el que paso a que me deje, porque la quiero mucho, y siento decirte que espero que entiendas que no os podéis ver más.
Álvaro: Pero…
Pedro: Lo siento, no voy a permitir perderla, no a ella.
Álvaro: Lo entiendo, pero ¿Y quién me entiende a mi?
Pedro: Por favor, tú eres guapo, puede tener a cualquier chica…
Álvaro: Pero…
Pedro: No pienso discutir esto, de verdad.
Álvaro: Está bien…
Salí de allí de aquella casa, pensando en que podía hacer para poder hacer las cosas bien y tenerla como al principio….

[María]

Irene: Venga Ibi, márchate un momento…
Ibi: Pero, la niña…
María: Es algo importante, hazlo por mi.
Ibi: Está bien, contra tres mujeres no se pude hacer nada.
María: Gracias, en serio.
Él cerró la puerta y yo le conté todo a Irene.
Irene: ¿Pero como no me has dicho nada?
María: No quería contártelo porque sé que tú no estabas bien del todo con lo del embarazo, y bueno me daba vergüenza también…
Irene: ¿Y Pedro?
María: Se ha ido tía, y sin decirme nada…
Irene: Duele enterarse de eso, María.
María: Lo sé, pero es que en verdad todo ha pasado tan deprisa…
Irene: Ya, pero… ¿Tú has tenido en cuenta los sentimientos de él?
María: No mucho, pero bueno porque miraba más por mi…
Irene: Tranquila recapacitará…
María: Yo es que en verdad le quiero mucho Irene…
Irene: Si lo se, pero no le perderás, él también te quiere mucho como para dejarte ir.
Sentimos la puerta abrirse y entro Ibi con Pedro.
Ibi: Le ha traído a la niña un oso gigante –Se acercó a nosotras y nos enseño la foto
María: Creo que me voy a ir ya, luego vuelvo Irene.
Pedro: Espera que tengo que hablar contigo.
Salimos de la habitación y nos despedimos de todos.
En el ascensor nadie habló y a mi esas cosas no me gustan.
Cuando salimos de la clínica me paró en seco.
Pedro: Toma, si de verdad me quieres, espero que estés, si cuando llegué el día no has aparecido sabré cual es tu decisión.
Me dio un sobre.
Intenté abrirlo, pero no me dejo.
Pedro: Me voy a ir a casa de Cristian a dormir, cuando llegué el día me verás, no me llames, no me busques piénsatelo, y bueno el sobre lo puedes abrir cuando me vaya de casa.
María: No sé que es todo esto, pero…
Pedro: No me des más explicaciones.

sábado, 5 de enero de 2013

Capitulo 54.



[Irene]

Abrí los ojos lentamente, me dolía todo el cuerpo, parecía que me habían roto todos los huesos.
Ibi: ¿Irene?
Irene: Así me llamo…
Me puse de una postura más cómoda o quizás una en la que viera  mejor.
Ibi: Nuestra niña es preciosa, ha salido a mí, ahora la traen.
Irene: Ibi sin abuela.
Habiba: ¿Qué tal estás cariño?
Irene: Me duele todo, pero bien por lo demás.
Habiba: Tu madre está aquí, con tu hermano, pero han ido a comer algo.
Irene: ¿Qué hora es?
Habiba: Las dos de la tarde.
Irene: Bf, estaba muy cansada.
Habiba: Tranquila.
De pronto una enfermera abrió la puerta y traía a Leila en una manta rosa.
X: Aquí os traigo a Leila, cuando pase 10 minutos vengo y le das de comer.
Irene: Vale.
Ibi: Parece una muñequita –Dijo agarrándole la mano.
Irene: Ibi, mirala, por fin.
Ibi: Cariño –Se acercó y le dio un beso.
Irene: Que bonita es…
Estuvimos al menos 15 minutos abrazándola y dándole besos.
Irene: ¿Por qué es tan preciosa?
Ibi: Su padre, es que…
Habiba: Ya, cállate.
Ibi: Vale mamá.
Habiba: Que niña mas bonita.
De nuevo entro la enfermera.
X: Venga Leila que vamos a comer.
Ibi: Todos fuera, que esto es privado –Dijo echando a todos.
Irene: Ibi, no seas.
Ibi: Privado he dicho.
Yo me iba a reír de la cara que ponía.
Tenía unos ojos muy grandes marrones, tirando para negros, preciosos.
X: Los ojos han salido a su padre.
Ibi: Es que me la como eh, pero que bonita.
X: Con lo que ha costado tenerla ¿Te la vas a comer?
Ibi: No porque no soy un caníbal que si no…
Irene: Te acercas a ella con esas intenciones y quiero el divorcio.
Ibi: Pero si no estamos casados…
Habiba: Pues eso si que no, habrá que ir pensando en eso.
Irene: A mi ahora no me habléis de más lios de cabeza que estoy me dio drogada.
X: Te quito el sedante entonces.

[Ibrahim]
Vi como le daba de comer, esas manitas tan pequeñas agarraban las de su madre.
Ibi: Yo es que esta escena es preciosa, joe.
Irene: ¿Estás llorando?
Ibi: Se me ha metido una niña muy guapa en el ojo
Vi como Irene se empezó a reir.
Ibi: Dale de comer, y ponla guapa que le echo una foto.
De pronto se medio abrió la puerta.
Alexis: ¿Se puede pasar?
Ibi: No, mi futura esposa está dándole de comer a mi hija.
Alexis: ¿Irene puedo pasar?
Irene: Claro.
Ibi: Este matrimonio está condenado al fracaso.
Le seguí con la mirada, Irene justo termino de darle de comer y se pudo sentar en la camilla.
Alexis: Le he traído un pack para bañarla, con jabón y todo lo que os hace falta.
Irene: No hacía falta, pero gracias.
Se acercó a ella y le dio dos besos.
Alexis: Oins, pero que bonita es, ¿No?
Ibi: Obvio.
Alexis: Irene, como se ha quedado cuando le has dicho que no es el padre, porque ver a la hija tan bonita y él tan…
Ibi: Estoy feliz, no me vas a cabrear.
Alexis: Ya lo veremos.
Irene: Por favor, no tengo ganas de tonterías.
Alexis: Lo siento, era broma.
Ibi: Toma échame una foto con MI familia.
Irene: Ibi…
Ibi: Shs, sonrie.
Apenas tardo un par de segundos en echar la foto.
Alexis: Te ha saltado en antivirus, te has puesto para la foto y mira.
Ibi: No me vas a enfadar.
Irene: Vamos haber…
De pronto escuchamos como Leila empezó a llorar, la cogí para que se calmará.
Ibi: Tranquila cariño, el coco no hace nada, yo te protejo de él.
Irene se empezó a reír y Alexis se quedo con cara de “Te vas a cagar”.
Alexis: Bueno me voy a ir ya, y así estáis solos con ella.
Irene: Gracias por la visita.
Ibi: Lo mismo digo, gracias.
Por una vez me acerque a él y le abrace, fue un gesto muy bonito.
Se marchó y yo me senté al lado de ella.
Irene: Eres un poquito paranoico…
Ibi: Si, pero te quiero mucho, que quizás eso lo compense, ¿No?
Irene: Si.
Ibi: ¿Qué sientes?
Irene: ¿Te digo la verdad?
Ibi: Hombre…
Irene: Pues mira, estoy feliz, porque por fin ha terminado todo, ya está aquí, pero ya mismo crecerá y se hará mayor y…
Ibi: Irene, no corras, que tiene 3 horas de nacimiento.
Irene: Ya pero todo éramos así…
Ibi: Ya, venga, dámela y duerme tu.
Irene: No es solo tuya, ¿Sabes no?
Ibi: Claro que se, y también me acuerdo cual fue el día en el que la hicimos.
Irene: Mi no acordar.
Ibi: Un día de estos te lo recuerdo…
Me acerqué a ella y la bese, y después a mi niña.
Irene: Llevala con María y Pedro, que tienen muchas ganas de verla.
Le hice caso, salí dela habitación.
Y me fui en busca de María y Pedro, y cuando los encontré estaba discutiendo así que sin hacer ruido me marché en busca de la familia, que raro dicutiendo, ya me enteraré