lunes, 12 de noviembre de 2012

Segunda temporada, capitulo 53.


[15 de febrero, 04:53 AM]

Irene: Ibi, he roto aguas.
Esas palabras hicieron que Ibi se levantará de la cama de un brinco.
Irene se fue a vestirse, mientras que Ibi llamaba a Vero y María para darle la noticia.
En cuestión de 10 minutos Irene e Ibi llegaban a la clínica privada, que acordaron ya hace meses.
Irene no sabía que hacer estaba nerviosa, cada vez sentía más a Leila.
Sobre las 05:24 llegaron a la clínica, allí la llevaron para la sala de partos.
Poco tardaron en llegar María, Pedro y Vero.

-Ibrahim-

Doctor: Tranquilos, el parto puede tardar entre 8-12 horas depende de cada chica…
Ibi: Hostia cuanto tiempo….
Doctor: Acompáñeme a la sala de partos, tengo que hablar con su mujer.
Le seguí por el largo pasillo, y llegamos a una calida habitación.
Irene: Llama a tu madre y a la mía y dile que se venga para acá que llevo con contracciones más de una hora.
Yo agarré el móvil y llame rápidamente.
Empezó a gritar de la alegría cuando le conté todo, apenas tardo un minuto en colgarme y llamar a Samir.
La madre Irene, llamo a su hijo, para ir averiguando el avión que más pronto salga.
Bff vaya se iba a montar.
Lo mejor de todo es que por fin está aquí mi niña, que ganas de poder cogerla en brazos.
Pedro me dio una colleja.
Pedro: Que ganas de ver a la niña eh.
Ibi: Pues si, para que te voy a engañar, llevaba esperando esto desde pequeño.
Pedro: Ya mismo la verás tranquilo.
Sentí un grito de Irene, y se me puso la piel de gallina.
Entre para la habitación.
Llevaba ya un par de horas con las contracciones, cada vez se iba acercando más el momento, Leila quería salir ya.
Irene: Que dolor, yo me muero aquí.
Vero entro también escandalizada.
Vero: Irene, cariño, no chilles tanto que parecen que te están matando.
Irene: Poco me falta, y tu déjame a mí, coño.
Ibi: Irene, esa palabra.
Irene: Cállate tu también, cojones.
Ibi: Huy por dios, la poseído el demonio.
El medico se rió.
Doctor: Tranquilo es normal, si te pega no te asustes.
Ibi: ¿No le dará vueltas la cabeza no? Es para no asustarme.
Doctor: Hasta ahora no he visto a ninguna chica hacer eso…
Ibi: Bf pues de Irene, no es coña.
Me reí y junto a mi el medico, que hombre más agradable.
Me senté en el sofá de al lado, y me que durmiendo un ratito, los ojos se me cerraban solos.
Sentí como que me daban pequeños estirones de pelos, abri los ojos y vi a Samir.
Al principio creía que era un sueño, pero cuando vi a mi madre sonriéndome supe que por fin había llegado. Los abrace a todos, la familia de Irene también estaba ahí.
Irene: Llevas dormido 3 horas cariño… -Dijo sin chillar ni nada.
Ibi: ¿No habrás tenido ya a la niña no? –Dije angustiado.
Irene: Te hubieras enterado si eso hubiera pasado.
De pronto otro gran chillido atravesó los oídos de todos los presentes.
El doctor apareció y saco a todos de allí.
Comprobó lo dilatado que estaba ya, y sonrió.
Doctor: Irene, Leila tiene ganas de ver a sus padres, es hora.
Irene: Mi niña, lo que me va a costar tenerla por dios.
Ibi: Con lo fácil que fue hacerla, madre mía.
Irene me miro mal.
Ibi: Lo siento no sé que decir estoy nervioso.
Sacaron la cama de la habitación, Irene le agarró la mano a su madre.
Llevábamos ya acerca de 6 horas en la clínica.
Entramos a la sala de partos, allí una mujer de mediana edad estaba preparada con unos guantes y me sonrió, y me dio una bata, gorro y mascarilla.
Me los puse y empezó todo.
Los minutos pasaban y el sufrimiento de Irene iba en aumento, le agarré de la mano,creo que me falto poco para que me doblara un dedo.
No quiero ni imaginarme el dolor.
Cerré los ojos intentando extraerme de todo aquello por un segundos y escuche unos pequeños gritos.
Mi niña, ya estaba ahí, abrí los ojos, y sentí como la mano de Irene se cayo encima de la camilla, su respiración se fue normalizando.
Me agaché para poder abrazarla y darle un beso.
Ibi: Se parece a mi, es guapísima.
Irene: Normal…-Dijo como casi durmiéndose…
Enfermera: Le he dado un poco de sedante…
La niña chillaba y la comadrona me la trajo a mi lado.
Comadrona: Me la llevo a bañarla en una hora o así, cuando Irene se levante os la llevo y que le de comer.
Salí de allí, y me fui para la sala de espera, les dije que por fin ya habái tenido la niña que era muy guapa, y pequeña.
Habiba: Felicidades, tu hermano no ha podido venir, pero ya os visitara.
Fatima: ¿Cómo esta Irene?
María: Eso mismo iba a preguntar.
Ibi: Durmiendo, dicen que ha sufrido un poco, pero que cuando se levante le dolerá menos.
Samir: Como alla salido cabezona como tu, pobretica.
No sabía que hacer quería ver a la niña, y a mi Irene, pero no podía.
Halima: Venga Ibi, vamos a comer algo que llevas sin cenar desde anoche.
Ibi: No tengo ganas…
Halima: Te obligo, venga.
Ibi: Vale.
Pedro: Os acompaño yo que estoy que me como a un pollo entero.
María: Tu para variar.
Pedro: ¿Te vienes y desayunas?
María: Si, me apunto.
Nos marchamos para la cafetería y allí desayunamos tranquilos.

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