jueves, 28 de junio de 2012

Capitulo 31.

Ibi: Toma una para ti -Le dio a Irene-, otra ti -Le dio otra a María- y esta para mí.
Pedro: ¿Y yo que?
Ibi: Eran las últimas que quedaban.
Pedro: Pero sí... -Ibi le cortó-
Ibi: La última y se acabó la conversación.
Pedro: Vete a la... -Le cortó de nuevo-   
Ibi: Que se acabó he dicho.
María e Irene estaban partiendo por la escenita que estaban montando estos dos...
Ibi: Irene, nosotros tenemos que irnos, -Se miro el reloj- en 10 minutos.
Irene: ¿Para que? para
Ibi: Tarde relajante...
María: ¿Y nosotros qué?
Irene: Ah, averiguar algo.
Pedro: Vámonos a pescar anda...
Ibi: Vosotros veréis, nosotros nos vamos ya.
Se levantó y agarro de la mano a Irene.
Ibi: ¡Ah! Y pagas tú.
Pedro: ¡Cabrón! Encima que ni piruletas ni nada.
Ibi e Irene se fueron para el hotel donde ya le estaban esperando.
X: Hola, me llamo Lu, seré vuestra guía por este tour en el balneario
Ibi: Yo me llamo Ibrahim, pero llaman Ibi, así para acortar.
Irene: Yo soy Irene.
Lu: Encantada, acompañadme.
Ibi: Oye una preguntita así que tengo yo...
Lu: Dime Ibi.
Ibi: ¿Lu, que viene de luna o de luciérnaga?
Lu: Viene de Lucía.
Ibi: Ah, claro, Lucía, ese nombre es más normal, creo que mi hermano tenia una gusana que se llama Lucía, ¿Te acuerdas Irene?
Irene: No me acuerdo yo de eso.
Ibi: Que mala memoria tienes, Irene.
Lu: ¿Algo mas?
Ibi: Luna es bonito, así tenia yo un pájaro... ¿Te acuerdas Irene?
Irene: No me acuerdo yo de eso.
Ibi: Joder Irene, me estás dejando por mentiroso delante de la mujer esta.
Lu: ¿De donde son?
Irene: Barcelona.
Ibi: Había una chica en prescolar que se llamaba Lucrecia, ¿Lu, viene de Lucrecia?
Lu: No, como ya te he dicho antes viene de Lucía.
Ibi: Pero también puede venir de Lucrecia.
Lu: Supongo, pero el mio es de Lucía.
Ibi: ¿Irene te acuerdas tú de Lucrecia?
Irene: Si.
Ibi. Espera un momento que no se llamaba Lucrecia se llamaba Luisa, joder Irene que mentirosa...
Irene: Pero si me has dicho antes que...
Lu: Ahora vamos a ir a que se cambien, ¿Me acompañan?
Ibi: Donde tú quieras.
Irene e Ibi seguían a Lu por el largo pasillo del balneario.
Lu: Entrad en el  servicios y ponerse los albornoces que hay.
Irene: Vale.
Entraron los dos y justo en frente había unas perchas con albornoces de tres colores.
Irene: Yo quiero azul.
Ibi: ¿No hay verde? Es que a mí el rosa y el morado no me gusta. -Puso cara de decepción.
Irene: Deja ya de poner caras raras, y coge uno.
Ibi: Pues el azul como tú.
Se fueron hacía los servicios individuales se cambiaron y dejaron la ropa en las taquillas.
A los cinco minutos, salieron de allí y se encontraron a Lu.
Ibi: Oh que fresquito.
Lu: Ahora vamos a la Sauna.
Irene: Que guay.
Lu: Acompañadme.
Cruzaron de nuevo un pasillo y llegaron a la puerta que daba a la sauna.
Lu: Bueno pues, entrad en una hora os vengo a avisar.
Ibi: Vale...
Entraron para la habitación y allí se quitaron sus albornoces y se quedaron en el bañador que el balneario le daba para esas actividades, hacía un calor intensísimo.
Empezaba a hacer mucha calor e Ibi, se estaba ya hartando, porque no paraba de sudar y estaba incomodo, ya que había un hombre mayor mirándole fijamente.
Irene pensaba en lo suyo, en que tenía que arreglar un poco el piso en su llegada a Barcelona y pensar en su futuro...
Ya después de unos 40 minutos largos metidos ahí dentro Ibi, decidió salirse, ya que no aguantaba más.
Ibi: ¿Aquí un ventilador no hay no? -Le pregunto al hombre mayor.
X: No, pero yo te puedo hacer aire con la mano.
Ibi: Mira que amable Irene.
Está no le hacía caso ya que como dije antes estaba a sus pensamientos y no a las cosas de Ibi.
Mantuvieron una intensa conversación sobre la calor que hacía en sus lugares de nacimiento y cuando Lu entró por la puerta para avisarles de que ya había pasado un tiempo en la Sauna se decepciono un poco.
Ibi se despidió del hombre mayo con un abrazo y se marcho junto a Irene hacia las duchas para refrescarse un poco, después de ducharse salieron y estaba Lu, esperándoles para su siguiente actividad.
Ibi: Masajes... mmm, me gusta.
Irene: Yo quiero que me lo haga un hombre, que tienen más fuerza.
Lu: Cómo este quiera.
Ibi: Verás tu, pues yo quiero una mujer ea.
Lucía se río y los acompaño hacía las habitaciones.
Llegaron se tumbaron y aparecieron los masajistas, se tumbaron boca abajo en la camilla para el primer masaje.
X: ¿Qué prefiere chocolate o miel?
Ibi: Hostia, que difícil, pues quiero chocolate, siempre he querido eso.
Irene: Yo igual.
Se quedaron sólo y la chica, trajo el bol donde estaba el chocolate, se volvió a marchar para recoger unos papeles...
Ibi: Irene...
Irene: ¿Qué? -Decía mientras se tapaba la cara para que no tuviera ninguna distracción.
Ibi: Tenemos los mismo gustos...
Irene: ¿Porque?
Ibi: El chocolate...
Irene: AH claro, es que después se te queda la piel pegajosa con la miel.
Ibi: ¿Que vas hacer tu con ella?
Irene: Yo nada...
Hubo un largo silencio y de nuevo habló Ibi.
Ibi: Bueno tampoco estaba muy allá.
Irene: ¿El que?
Ibi: El chocolate, creía que iba a estar más bueno.
Irene: ¿Que has hecho Ibi?
Ibi: ¿Yo? Probarlo para ver como estaba, bueno vale, me he comido un poquito, pero nada, un poco más de medio...
Irene: ¿Te lo has comido?
Ibi: Si, para eso lo pago tse.
Irene: Eso era para el masaje...
Ibi: ¿Que masaje? AH, sisisi, ¿Para el masaje chocolate? Por dios que raros sois los españoles en serio.
Irene: Hay madre mía...
Ibi: Ya decía yo que no esta muy allá.
Irene: Eres un caso...
Ibi: Toma pruébalo, -Metió el dedo de nuevo en el bol, y le dio a Irene-
Irene: Hostia, sabe como el de Carrefour.
Ibi: Pues vaya mierda, sabe raro eh.
Irene: Calla que vienen estos...
Se volvieron a tumbar en las camillas y se quedaron quietecitos.
X: Bueno Irene ahora viene mi compañero, es que esta firmando unos papeles.
Irene: Vale, tranquila...
X: Venga comencemos Ibi...
Ibi: Vale.
X: ¿No ha traído mi compañero el chocolate nuevo? Digo para está sesión, es que está es de la de antes, esta ya casi terminada.
Ibi: Pues no lo se, estaba en fase "rem"
Irene: Si yo igual, es que con esta música casi me duermo, del placer.
Ibi: Vaya chico más olvidadizo eh...
X: Tienes algo marrón en el labio...
Ibi: Ah si, del Kit kat, que me he comido antes, es que en la sauna se me ha derretido, y como tenía hambre pues la final me lo he comido.
Irene: Cierto...
X: Ahora vuelvo. Espérenme.
Irene&Ibi: Vale -Sonrieron.
Después de las risas que se echaron por lo sucedido vinieron los masajista he hicieron su trabajo.
Pasado ya casi la mitad de las actividades se les pasaron las demás en nada, y en unas 2 horas, ya estaban de camino a la habitación.
Iban felices agarrados de la mano, algunas personas les miraban de reojos y otras sin disimulo se acercaban a hacerse foto con Ibi o un autógrafo.
Ya sobre las nueve de la noche después de cenar juntos, se fueron cada uno a su habitación a dormir...
/4 de la mañana/

-Afellay-
Sentí el toc toc de mi puerta un par de veces, me giré y me volví a tapar la cabeza con la almohada. Pero los golpecitos se hacían más seguidos y más sonoros, así que me tuve que levantar...
Me tropecé con los zapatos y una mesa que había ahí para estorbar porque para otra cosa no creo, y cuando abrí los ojos, quite el pestillo y abrí la puerta como pude.
No había nadie, asome la cabeza por la puerta, nada, un gracioso.
Cerré la puerta y fui hasta la mesa donde había una botella de agua, y le di un trago y volvió sonar la puerta, asique deje corriendo la botella y abrí de nuevo.
Vi a Irene.
Ibi: Que graciosa eres coño...
Irene: ¿Te has asustado eh?
Ibi: Bf no veas, estaba bebiendo agua.
Irene: Pues otro día te enteras...
Ibi: ¿Que quieres? Porque no creo que vengas porque los zombis estén invadiendo el hotel y vengas a que te proteja...
Irene: En... no, vengo porque no podía dormir, y como sé que tu estarías roncando pues ea, a despertarte.
Ibi: Joder, tu amor, me hace llorar eh.
Irene: De nada, hombre.
Ibi: Ajan...
Irene paso entre la puerta e Ibi y se fue hasta la cama donde se cogió media almohada y se tapo.
Ibi: Oh si claro Irene, pasa, que no me importa, ya que yo no estaba durmiendo y tampoco estaba soñando que ganaba un mundial.
Irene: ¿Que dices tu ahora?
Ibi: Nada, nada...
Cerré la puerta y me fui para la cama.
Terminé de beber agua tranquilamente y me di media vuelta para seguir durmiendo.
Irene: Pero no te duermas, ¿Para que venga yo entonces?
Ibi: Pues eso quiero saber yo...
Irene: Aunque haga todo esto, en verdad, he venido porque te echaba de menos...
Ibi: Claro, echabas de menos pegarle patadas a alguien mientras duermes, que no soy tonto.
Irene: Que listo eres, eh.
Ibi: Gracias -Me ruborice.
Irene: Te quiero mucho, que lo sepas -Me besó.
Está chica era la locura en persona, lo mismo que me besa me estira del pelo, y lo mismo que me dice te quiero me dice te odio.
Me encanta, somos iguales, aunque yo algunas veces lo demuestro, ella se reserva...
La verdad es que me gusta mucho que me digan que me quieren, me hace estar más seguro de mi mismo, y que soy la causa de algunas sonrisas.
Me termine de colocar a su lado y le abrace suavemente ya que hacía calor y como nos acercáramos mucho acabaríamos metidos en la piscina.
Le sonreí y ella me respondió con otro beso.
Ibi: ¿Y esto? ¿El chocolate verdad?
Irene: No, sólo que lo de ayer, fue lo que me hacia falta para terminar de cogerte confianza e intimidad...
Ibi: Oh, pues entonces ya sabes -Le guiñe el ojo.
Irene: Que tonto -Me reí.
Ibi: Pues sí, un tonto enamorado...
Irene: Pues anda, que vas apañado entonces.
Ibi: Pues sí.
Desde que me fui de casa de mi madre e intenté mantener una relación con una chica, supe que sólo habría una en mi vida, y esa era Irene, tan sencilla y feliz, sonrie por las cosas pequeñas de la vida y no le teme a nada.
Es lo que me complementa a mí. Mi sonrisa sin la suya, no es nada.

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